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Su corazón latía con rapidez. Al alzar la mirada, todos los superiores estaban detrás de la mesa a un costado, mirando con atención cada uno de sus movimientos. Lee estaba entre ellos y era el único que lo miraba de manera suave. Después de estar todo el año trabajando para él, tenían un vínculo, Lee lo tenía como ahijado en el lugar.

—Jeon. ¿Estás preparado para iniciar?— Pregunta el director a través del parlante, mirándolo severamente, era el último en dar el examen.

—Sí, señor— Responde fuerte y claro, soltando un suspiro.

—¡Comienza!

Ya había pasado la prueba física y la técnica, ahora le quedaba un simulador. Supuestamente habrían rehenes dentro del simulador, tenía que actuar de la mejor manera posible, llegar hasta ellos sin hacer mucho ruido, para salvarlos.

Sentía sus manos sudar, estaba más nervioso que nunca. Se calmó a sí mismo, ya había hecho simuladores antes y siempre ha salido de los mejores calificados, solo debía pensar que era otro más como el resto y que podría salir victorioso.

Cauteloso y en silencio, entra al simulador, calmando sus nervios. Dentro del se encuentra con el interior de una casa. Siente ruido en el segundo piso, pero antes de que piense en entrar, ve una sombra en la sala de estar. Encogiéndose y escondiéndose detrás de un pilar, observa la misma sombra pasearse, como si estuviera verificando que todo estuviera bien. Se da vuelta en el lugar, comenzando a subir las escaleras con cautela, haciendo el menor ruido posible.

Ya en el segundo piso, al final del pasillo ve una puerta cerrada, que hacía ruido y que por el marco se veía luz filtrando hacia afuera. Camina hacia ella, abriéndola de a poco. Suspira, habían dos de los supuestos delincuentes, pero no había más personas.

Comienza a examinar cuarto por cuarto, hasta que da con el de los rehenes. Como cualquier oficial, da unas palabras de aliento e indica lo que debían hacer, estar en silencio y seguir sus pasos, solo podrían caminar o correr cuando él lo dijera, dejando siempre en claro, que si no seguían sus instrucciones, podrían poner a todos en peligro.

Viendo que el pasillo estuviera despejado, se aseguró de hacer pasar a las personas primero, cuidado siempre la integridad de los demás. Con las escaleras fue lo mismo, pero más difícil, no todos podían bajar juntos o sería riesgoso. Bajó él primero, indicando cuando alguien podría bajar. Todo iba a la perfección, después de que uno bajara, se aseguraba, que saliera de la casa. Pero el último, había sido lo suficientemente ruidoso, como para llamar la atención del encargado de vigilar el primer piso.

Rápidamente hizo que saliera de la casa y al hacerlo, sintió un arma tocar su nuca. Cerró sus ojos, mierda, si esto salía mal, significaba sus cuatro años tirados a la basura, pero si hacía algo espectacular, podría salir con honores.

Suspiró y hábilmente giró, haciendo palanca al brazo que sostenía el arma, reduciendo a la persona, pateando el arma lejos del alcance del hombre. Lo tenía en el suelo, con una llave inmovilizándolo. Sostuvo el comunicador que tenía en el equipamiento y dio la supuesta señal de que podría entrar el resto de los oficiales, dando por terminado el simulador.

Las luces se prendieron y soltó al hombre debajo suyo, murmurando una leve disculpa por haberle obligado a colocarlo en el suelo. Al salir, sintió unos aplausos, que le hicieron avergonzarse.

—Asombroso Jeon, no había visto nada igual en esta tarde— Dice Lee llegando a su lado con una pequeña sonrisa.

—Gracias señor— Hace una reverencia. —Solo puse en práctica todo lo que me han enseñado en este lugar, ni más, ni menos.

—Espero que ganes uno de esos puestos en los novatos— Palmeó su espalda. —Nos veremos en la ceremonia de cierre, ¿no?

—Claro que sí, no lo dude, señor— Sonríe abiertamente.

Bullets Losses →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora