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—¿Quieres postre, dulzura?

—N-no, gracias.

Ambos ríen al ver tal escena. La madre de JungKook se esforzaba para que Jae-Hun se sintiera cómodo.

Luego de los sucesos en la casa del mayor, habían decidido traer al chico con ellos, no podían dejarlo ahí luego de todo lo que había sucedido. Jimin había querido oponerse, pero se lo debía, prácticamente les había defendido.

—¿Cómo les fue en la casa de los padres de Jiminnie?— La abuela llama totalmente su atención, quien se encontraba al lado de la joven pareja.

—No es momento para hablar de ello, abuela— Prefiere responder por los hermanos, no quería hacerlo más incómodo para ellos, aparte estaban en medio de una celebración.

—Mañana podemos charlar si desea, solo...— Jimin deriva la mirada unos segundos a su hermano, quien parecía retraído en sí mismo, sin compartir mucho con el entorno. —Es un poco delicado el tema.

Cuando había estado con los abuelos de JungKook, le había contado un poco de la relación de sus padres, provocando que la abuela de su novio se encariñase un poco más con él. Lo veía como un chico que necesitaba amor y una familia.

Dejando eso de lado, siguieron hablando de distintos temas, JungKook y Jimin estaban sentados uno al lado del otro, el menor tenía su brazo alrededor de los hombros de su novio, Jae-Hun estaba algo alejados de ellos, al no estar contemplado entre los invitados, los padres de JungKook tuvieron que hacerle un sitio improvisadamente, pero no les molestó. Entre los hermanos había una diferencia notable, Jimin hablaba cómodamente con todos, incluso con las personas que no conocía de la familia de JungKook, por su parte, Jae-Hun estaba distante a todos, sin saber cómo socializar.

—Iré un rato con Jae-Hun— Murmura en el oído del pelirosado, dejando un beso en su mejilla de paso.

—Está bien— Responde en el mismo tono, volviendo a la conversación que tenía con los primos del menor.

Para esas alturas todos ya habían cenado, algunos estaban de pie conversando, mientras que otros seguían sentados haciendo algo de sobremesa. Todos esperando que dieran para las 12, como no quedaba ningún niño en la familia, no sentían la necesidad de jugar a Santa Claus.

Ya cerca de su amigo, le dedicó una sonrisa que fue respondida inmediatamente, aunque de parte de Jae-Hun, un tanto incómoda.

—Hey...

—Hey— Se sienta al lado de este, quien tenía sus manos sobre su regazo, juntando con estas nerviosamente. —Desde ya me disculpo si mi madre te hostiga mucho, ella es... Especial.

—No digas eso, ella es dulce— Ríen juntos, su madre estaba muy lejos de ser dulce. — Aunque sí, un poco hostigosa.

—Creo que es así con todos los Park, apenas te conoce y ya he escuchado que quiere exprimir tus mejillas— Observa la expresión de asombro del chico, que no estaba muy acostumbrado a ese tipo de trato. —Pero bueno... ¿Qué te parece? ¿Es patético como dijo tu madre?

—¡No! Para nada, ell-

—Hey, tranquilo— Posa una mano en su hombro, al verle reaccionar tan abruptamente. —Sé que no piensas como ella, solo bromeo.

—Aun así, no es patético como dijo ella, de hecho... Es bastante cálido, todos sonríen y comparten, se ven muy unidos— Había algo en los ojos del chico, como algo de tristeza y anhelo. —Son una gran familia.

Bullets Losses →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora