Llegar a casa, fue lo más difícil ese día.
Dormir fue difícil.
Levantarse al día siguiente, fue difícil.
Vivir comenzó a ser difícil.
Ese día, Jimin lloró como un bebé en los brazos de JungKook, escandaloso y totalmente destruido. JungKook fue más firme, con lágrimas inundando todo su rostro, mantuvo sus labios en una línea, tratando de ser lo más silencioso posible, para consolar a su novio.
A la luz de la luna, en ningún momento, Jimin abandonó su pecho. Se mantuvieron aferrados el uno del otro. Jae-Hun no volvería y debían comenzar a acostumbrarse a ello.
A la llegada del día siguiente, JungKook sintió rabia en la ceremonia en memoria de Jae-Hun. Estaban todos sus compañeros, todos parecían lamentar la muerte del chico, pero cuando él estuvo en vida, solo se le acercaron por estatus y luego hablaban mal a sus espaldas. Ninguno conoció de verdad a Jae.
Se sintió agradecido con los señores Park, cuando le dejaron sentarse en la primera fila de la ceremonia, la cual estaba solamente reservada para la familia.
Luego de unas palabras por parte del director, que poco y nada había escuchado, fue el momento que la familia recibiera los respetos de todas las personas. Jalado por Jimin, se presentó como parte de la familia, viendo desfilar a todas las personas que hacían una reverencia frente al retrato del chico, y a veces decían algunas palabras de consuelo. Mayormente, todos hablaban de su impecable desempeño en la academia y lamentando nunca poder verlo desempeñando algún puesto honorario.
JungKook se sintió lo suficientemente mareado y se disculpó con Jimin, desapareciendo hacia el baño. Llegando al lugar, abrió un cubículo y vomitó.
Su estómago estaba completamente revuelto. Todos se referían a Jae como un chico alegre, que era un gran aspirante a policía. Pero nadie sabía que en realidad ese nunca fue el sueño de Jae-Hun, que sufría cada día gracias a sus padres y la presión. Que en realidad, hubiera dado lo que sea para no estar en la academia y vivir una vida normal. Que él no quería ser el mejor, sino que era una imposición.
Nadie conocía al verdadero Jae-Hun y cuando JungKook lo hizo, fue muy tarde.
Se maldecía. Tantos años gastados, con una rivalidad estúpida, que en vez de eso, pudo ser una amistad más larga y bella.
No supo en qué momento las lágrimas volvieron a aparecer, pero rápidamente se las secó furiosamente con la manga de su traje. Mirándose al espejo, pudo apreciar lo destrozado que estaba. Pálido y ojeroso, con una expresión cansada, que reflejaba lo agotado que lo dejaron los días en el hospital.
Abriendo la llave del lavamanos, enjuagó su boca y luego mojó su rostro. Buscando aliviarse con el gesto.
—JungKook-ah.
Tomado totalmente por sorpresa, girándose, en la entrada del baño, Jimin se encontraba apoyado en el marco de la puerta.
—Tienes que volver, debemos estar todos para recibir los respetos.
—No soy parte de la familia, Jimin, tus padres me odian— Se acercó a paso pesado. No quería volver ahí y darse cuenta, lo engañado que todos estaban.
—Aunque lo hagan, ellos también te quieren ahí. Estuviste en el hospital, vieron tu preocupación y saben que eres importante, para mí y... Para él.
Sonrió de lado. Quizá sí. A Jae le hubiera gustado que los respetos fueran recibidos por las personas que realmente se preocuparon por él. Asintiendo a la petición, se inclinó, dejando un beso en la frente de Jimin.
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Bullets Losses →kookmin
Fiksi PenggemarSi eran simples conocidos, sin interés mutuo... ¿Cómo llegaron a enamorarse? ❆fan-fic. ❆kookmin - jungkook x jimin. ❆vhope;namjin. ❆historia original. ❆precuela; juegos mentales. ❆park_jmxcy. ❆terminada.