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Devuelta a su vida cotidiana se vio bombardeado por muchos exámenes tantos físicos como escritos, tanto así que se vio obligado a cancelar sus entrenamiento con Jimin, pero siempre trató de mantener el contacto, hablaban la mayor parte del día por mensaje, pero en la noche antes de dormir no faltaba una llamada.

Tenía miedo, había logrado acercarse al mayor, por fin parecían tener algo más que amistad y se veía obligado a alejarse debido a la academia. Se quedaba el fin de semana en los dormitorios para avanzar más rápido en sus deberes, y por más que prefiriera estar abrazado al mayor que quedarse dormido sobre libros, no podía darse el lujo de quedarse atrás, su consuelo era que no era el único. Jae-Hun al saber aquello también comenzó a privarse de su tiempo libre.

Por ello ahí se encontraba, volviendo a su cuarto a duras penas, entrenar sin compañía tenía sus ventajas, podía sobre exigirse y nadie le decía nada, pero tampoco tenía el apoyo y la compañía de Jimin, que era lo que más le alentaba a poder perfeccionarse. Al cerrar la puerta se dejó caer rápidamente a la cama, su compañero no estaba, de hecho, nadie estaba ahí, todos preferían pasar tiempo con sus familias y él no era la excepción.

—¿Si?— Contestó a duras penas sin ver el identificador, pero ya se hacía la idea de quién podría ser.

—Te escuchas peor que un perro muerto— Aquella dulce risa le hizo sonreír.

—¿En serio? Entonces no querrás verme, estoy totalmente demacrado.

Y no mentía, su cuerpo le gritaba por un descanso, quería estar acostado todo un día en cama, relajarse y disfrutar de la paz, pero sabía que al día siguiente no sería así, se despertaría temprano para su trote matutino antes de desayunar y comenzar su día de entrenamiento.

—Ya, JungKook, no nos hemos visto por dos semanas, sé que tan difícil es todo ello, pero debes descansar, no quiero que te desmayes por exceso de trabajo— Algo en su corazón se oprimió al escuchar la preocupación en su voz.

—No pasará, cuando todo termine lo primero que haré será invitarte a salir y no aceptaré un no por respuesta— Ríen juntos, ambos necesitaban eso.

Siguieron hablando durante un rato más, quizá podían haber seguido durante toda la noche, pero al menor el sueño le comenzaba a vencer y sin darse cuenta se quedó totalmente dormido con el teléfono aún encendido, siendo Jimin quien tuvo que dar fin a la llamada por los ronquidos del contrario.

No fue hasta la mañana siguiente que despertó, fue su propio reloj biológico que le obligó a abrir los ojos, se le había olvidado de colocar la alarma para comenzar temprano, ya que con solo abrir sus ojos supo que ya debía ser más de medio día. Se colocó un buzo simple para empezar, sale de su dormitorio recordando que ese día comenzarían a llegar los demás estudiantes, aunque generalmente llegaban en la noche.

Cuando llegó a la cafetería simplemente sacó un mix de frutas para comer, mientras caminaba hacia los jardines de la academia, ahí estaba izadas muchas banderas de la nación y la del cuerpo policial, habitualmente en la semana se podía ver grupos de jóvenes entrenando por un instructor de la academia, pero un día como hoy solo se podían ver a jóvenes entrenar por su propia cuenta y ritmo.

A eso se dedicó, comenzó con un entrenamiento más pausado, aunque aún se sentía cansado del día anterior y quería relajarse, se acordaba de las palabras de Jimin cada paso que avanzaba y luego de casi media hora decidió hacerle caso, a paso lento se encaminó de regreso a su habitación, que por sorpresa ahora se encontraba sin seguro, quizá debió haber llegado su compañero por lo entró que sin prisa.

—¡Sorpresa!— Una aguda y alegre voz inundó sus oídos, mientras observaba al individuo sonreír abiertamente frente a él.

Jimin se veía algo diferente, sin mencionar aquel color gris de su cabello, que ahora llevaba con flequillo haciéndole ver aún más tierno de lo habitual. Portaba una gran sudadera gris que luego de algunos minutos se dio cuenta que era suya, hacia juego perfectamente con su cabello y aquellos pantalones negros que llevaba. Como habituaba el mayor se veía perfecto a sus ojos.

Bullets Losses →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora