Cap. 16

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Las gotas de lluvia se me resbalan por mi suéter, el olor a acera mojada invade mi nariz, me encanta ese aroma. Otra personas le gusta el olor a césped mojado pero yo prefiero la acera. Mi celular se quedó sin batería hace mucho tiempo, no tengo la menor idea de que hora es, las nubes de lluvia cubren totalmente el techo así que no se ve si es temprano todavía, tarde o noche. Creo que debe ser una de las dos últimas porque antes de que se agotara la pila del cel estuve recibiendo muchas llamadas, no sé si eran de mi padre o de Dereck, no vi a la pantalla ni una sola vez, lo único que hice fue ponerlo en modo silencio hasta que dejó de sonar.


—¡¿Ale?! —Escuché una voz pronunciar mi nombre. Creo que conozco esa voz, es femenina, dulce, amigable... ¿pero cuantas personas apodadas "Ale" hay en la ciudad? —¿de verdad eres tú? —La voz está más cerca de mí, sentí que alguien me tocó el hombro y la lluvia dejo de caerme ensima, así que gire mi cabeza para ver a la persona que me estaba hablando. Cuando la vi me quede impactado. —¡primito! —Ella me envolvió en un abrazo en lo que yo seguía impactado por verla.

-Natalia...-dije.- ¿q-que haces aquí?

-¿Qué hago yo aquí? ¿Qué haces tú aquí? —Eso... me recordó a la escena de un libro. —Te envié un correo desde Tailandia, avisé que vendría hace semanas, pero ya veo que no lo leiste. —Arqueó la ceja.

—Lo siento, casi no lo abro, sabes que  casi nadie usa esas cosas. —Me sonrió de forma natural en lo que pasaba su paraguas a su otra mano para no cansarse.

—Tienes suerte de que te quiera, mis papás me rentan un departamento cerca de este lugar, iba a ir a visitarte a ti y a mis tíos. —Reprimí algo de aire en mis labios, eso me indica que ellos no le han dicho a nadie de la familia  sobre esto. —Pero  cuéntame: ¿qué ha pasado últimamente? Hace mucho que no te veía, ¿Por qué no fuiste a la boda de la tía Lucero? ¡Incluso yo me dí  un tiempo entre Italia y Tailandia para poder ir. —Además  de viajar por el mundo, mi prima acostumbra a hacer muchas preguntas, a veces tantas que me mareo de solo escucharla. Desde que éramos niños es de ese modo.


Está chica es Natalia Evans Figueroa, y es mi prima. Cuando éramos niños hubo un  tiempo en que vivíamos juntos, y al llevarnos solo un año prácticamente nos queríamos como hermanos, sin embargo cuando me mudé  nuestra comunicación se fue acortando, ella cambió y yo cambié. Mientras ella se volvió: una chica tierna, inteligente, algo hippie, con interés en los tatuajes y piercings; yo me volví: Alexis, el chico no muy interesante, conformista, con inteligencia promedio y que no se considera a sí mismo una "buena persona" soy una persona neutral.

Mi prima y yo nos parecemos algo y a la vez tenemos diferencias bien marcadas: tiene algunas luces en el pelo negro azabache, su nariz un poco más ancha que la mía, misma forma de ojos aunque los suyos son cafés, medimos exactamente lo mismo, pero ella ya alcanzó su máxima estatura, Ed me dijo que a mi aun me faltan unos cuantos centímetros. Y bueno, sus padres tienen más  ingresos que los míos, por lo que puedeno permitirse pagarle su año sabático de turismo.


—Espera, tal vez fueron demasiadas preguntas. —Solté una risa corta.

—siempre son así.

—¡buena ya! —declaró. —Solo dime que haces en este lugar mojándote.

—solo... pensaba. —Ella me miró  de una forma que me cuesta trabajo definir, mi prima es una caja de sorpresas en cuanto a expresiones se refiere, a veces puede parecer enojada y esta pensativa, otra puede parecer feliz y resulta que es un manojo de nervios.

—Algo paso, entre tú y mis tíos ¿verdad? —buen sentido de intuición.


Respiré hondo y le empecé a contar todo en lo que nos dirigíamos a un lugar techado, omitiendo la decisión que tomé hace un tiempo. No quiero oír todo el discurso sobre el "amor maternal", ya me siento lo bastante culpable y ni siquiera lo he hecho todavía.

Solo Soy Un Adolescente (Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora