"¿Amigos?"

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Castiel no me engaña.

Castiel no me engaña. ▬Volvió a repetir mi mente, solo gruñí para intentar calmarme pero, parece que me levante con él pie izquierdo.

Yo se que Castiel no me engaña, se que el no es así, es un gilipollas, un malhumorado, un idiota sin fin, alguien fuerte, pero no el no engaña, lo se. ▬Hoy ira a ese parque donde se conocieron▬ Fueron las palabras de Elias, pensé y es un maldito desgraciado que hace lo que quiere con las personas, pero aunque le dije a quien amaba él me indico el lugar donde se encontraría el pelirrojo, lo que no me dijo fue a que hora, así que tome mis cosas, algo de ropa por si las dudas,  plata (Dinero, euro, dolar, etc como quieran decirle) con una botella de agua y salí del apartamento. Han pasado mas de dos horas y él no aparece, estoy comenzando a dudar si Elias decía la verdad o simplemente me estaba jugando una broma.

-Es un broma. -Me dije a mi misma, llevando ambas manos a mi rostro, estoy cansada, frustrada y decepcionada por una misma persona-.

-¡Gatito! -Gritaron, a lo que subí mi cabeza para ver de donde provenía ese grito y lo que veo no tiene perdón, era Castiel abrazando a una muchacha, no a Debrah a la zorra que lo lastimo tantas veces como le dio lugar- ¿Donde estabas? Te estuve buscando ¿Sabes? por cierto ¿Terminaste con ella? -Prácticamente grito sus ultimas palabras, me equivoque Castiel si es el tipo de chico que engaña.

-No. -Dije, a los que ambos voltearon a verme, Castiel esta totalmente sorprendido porque a abierto sus ojos de par a par, mientras la zorrita lo abrazo y me sonrió victoriosamente- Elias tenía razón, aun no la olvidas. -Dije con tanto odio como pude, algo dentro de mi acaba de romperse- Hubiera sido mejor si me dejabas con él ¿No crees? -Me sentencié mientras me acercaba a ellos, a paso lento- Anoche no dormí por tu puta culpa, estaba muy preocupada por ti, pero me él señor esta con una puta, incluso soñé contigo Castiel. -Ya casi estaba frente a ellos, la gente caminaba como si nada, pero se sorprenderán por lo que llevaré a cabo- Fue casi lo mismo, solo que esta vez seré yo quien te deje. -Ya estaba frente a ellos- Y volveré con Elias. -Dije para luego darle una patada a Debrah en la rodilla, esta grito del dolor y callo de rodillas al piso, aproveche que totalmente distraída y le di otra patada pero en el estomago y un puñetazo en la cara- Y espero que con eso aprendas a no meterte con lo que es de otros, también a no romper corazones. -Castiel a intentado separarme de ella, pero lo único que logro fue que lo empujara lejos ▬No puedo golpear a las personas que aprecio"▬ vino a mi mente, ▬Yo no golpeare a Castiel▬ Me dije a mi misma- ¡Puta! ¡Zorra! -Grite para luego darle una patada en las costillas, ya que esta estaba tirada en el piso sosteniendo su estomago- ¡Y para la próxima....No te la dejaré tan fácil! -La levanté con una mano desde su cabello- ¡Por Lysandro! -Grite y le di un puñetazo nuevamente en el rostro y esta volvió al piso.

Castiel: ¡Verónica! -Grito Castiel intentando separarme de ella, lo cual solo logro que me diera vuelta para verle con una mirada de dolor y desprecio- Tu no eres mi Verónica, devuélveme a mi dulce y tierna Verónica. -Sus palabras dolieron, y muy a lo profundo haciendo que mi corazón se rompiera en mil pedazos, él se acerco a mi y sin importarle Debrah o la gente que había allí reunida acarició mi mejilla- Solo eres tu...

-Tu no conoces a la verdadera Verónica. -Dije con total desprecio hacía él- Elías tenía razón, tu aun no la olvidas -Repetí, quitando su mano de mi mejilla para luego acercarme a mis cosas que había traído y recogiéndolas para luego salir de ese parque, aunque el gritaba mi nombre no me di vuelta para verle, simplemente seguí mi camino, solo camine y camine sin un rumbo fijo.

Si algo sabía era ocultarme bien, ya que antes de Castiel se me "Confesara" si es que puedo llamarlo así, me escondí en hotel algo lejano del apartamento donde estaba con mis hermanos, seguía yendo al instituto, si, pero sabía como entrar y salir por la parte trasera del mismo y ya nombrado, compraba mis cosas en una pequeña tienda casi no visitada y hablaba con mis hermanos y padres mediante un teléfono publico, sencillamente soy alguien que puede desaparecer de una vida si quiero. Termine en un motel totalmente distinto al que me había quedado la última vez, era uno algo deteriorado por fuera pero muy bonito por dentro, ya adentro había una recepcionista muy joven, tal vez 20 o 25 años, pelirroja y con ojos azules.

Corazón de melón: Tu eres mío y yo soy tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora