No, por favor, no ella...

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Había dicho una broma sobre mi pequeña y hermosa niña, su madre había dicho que era hermosa y yo le conteste que era como su padre. Pero a pesar que todos rieron, Verónica no lo hizo. De mis desagradables labios salio su nombre, pero ella no respondió, en cambio cerro sus ojos como si se fuese a dormir pero...¿Porque iba a dormir cuando casi termina el parto?

-Verónica. -Me acerque a ella con rapidez pero antes de poder acariciar su suave piel dos enfermeras comenzaron a sacarme de la sala-¡Es mi mujer, no me toquen!

Aunque grite las enfermeras lograron sacarme del lugar con éxito, dejándome en él pasillo con él alma en mis manos.

¿Que le sucede a mi Verónica? ¿Porque tiene que suceder esto ahora? ¡Ella no puede irse así!

Las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas como si se tratase de un mar, no soy de llorar pero esto me supera. Puedo ser él hijo de puta más grande pero ella es todo lo que tengo junto con nuestra pequeña hija. No, definitivamente ella no puede dejarme.

Alexy: ¿Castiel? -Pregunto, pero aun así no me levante de la banca, mis mejillas están tan mojadas que me odio por ello, pero estoy apunto de perder a la mujer que me complementa- Perdona por llegar tarde, pero había mucho tránsito ¿Podrías mirarme? -Hablo ya cabreado, entonces levante mi vista para mirarlo y él se sorprendió, al igual él hipócrita de Elias, Armin y sus padres. - ¿Que sucedió?

-No lo se, todo estaba bien, Sofia nació bien. -Mi voz comenzó a entre cortarse y las lágrimas aumentaron- Ella cerro sus ojos y me sacaron de la habitación.

Armin: Dios mío...-Susurró con dolor.

(...)

Una de las misma enfermeras que me había sacado de la sala, ahora me esta entregando a mi pequeña hija. Es tan hermosa, tiene mis ojos, tiene mi color de cabello, tiene la nariz de su madre, es una combinación de ambos. Aun no puedo creer que halla nacido pero tampoco puedo creer lo que le paso a Verónica, lo peor de todo es que aun no nos dicen nada. Estoy muy nervioso, pero debo de mantenerme fuerte por ellas dos, si yo caigo ellas no podrán mantenerse.

Doctora: Tenemos noticias. -Comenzó, se acerco a mi y mi hija- Su novia tuvo complicaciones en él parto. -La mire con rapidez, con mi niña en mano me levante y me acerque a ella, estoy seguro que mi cara no es de felicidad- Las noticias no son buenas.

-Solo siga. -La interrumpí, mi voz es de odio puro. Se que no debería de tomarme con ella pero tardo demasiado en decirme sobre mi Verónica.

Doctora: Señor, su mujer puede llegar a morir, le calculamos cuarenta y ocho horas. -Dijo sin más, ella tomo a mi pequeña antes de que yo cayera de rodillas al piso- Señor, si su novia quiere vivir, lucharé de lo contrarió debería dejarla ir.

Verónica acaso ella...¿Quiere dejarme? ¿Dejarla ir? ¡Ella no puede dejarme, no ahora que nuestra vida esta en paz! No, por favor, no ella...

Corazón de melón: Tu eres mío y yo soy tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora