"Papá, serás papá."

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Alexy y mamá tomaron el embarazo muy felizmente, mientras tanto Armin y mi padre...Bueno, solo se que Castiel se quedará sin hijos o por lo menos esa es la amenaza que hacen cada minuto, mamá controla a papá y Alexy a Armin y confió en mi peliazul para que calme al ojisazul. Ahora solo me toca esperar a que Castiel tome la noticia como mamá, es decir bien. Luego de haberles contado a mis padres sobre mi embarazo era hora de volver al departamento, solo espero y ansió a que Castiel lo tome bien y no me mande al carajo.

Abrí la puerta del departamento delicadamente sin hace mucho ruido, entre y vi a Castiel recostado con una de sus manos en la cara mientras que con la otra tenía el control remoto, me acerque a este y le saque el control remoto, busque una manta en la habitación y volví al living para taparlo, gruño al sentir que lo movía un poco, yo reí un poco y le plante un beso en la comisura de sus labios.

-Papá, serás papá. -Le susurré.

Volví a la habitación, me desvestí para luego ir al baño y por obviedad me duche. Al terminar salí envuelta en una toalla en el cuerpo y otra en cabeza.

No tengo idea como decirle a Castiel sobre el embarazo, lo que si se es que tengo miedo de que lo tome mal, hace menos de cinco meces que volvimos, no quiero perderle una vez mas ya sufrí lo suficiente con Debrah ¿Que tal si se toma mal el embarazo y me engaña o me deja? No, no podría soportarlo, pero tendría que ser fuerte por nuestro bebe. Toque mi vientre y sonreí, tendré un hijo de Castiel, ¿Como sería? ¿Malhumorado como su padre? ¿Ojisgris? No importa como sea, solo quiero que nazca sano, eso es todo lo que pido.

Me miré en el espejo dándome vuelta para ver mi vientre, no está tan abultado pero se nota que eh engordado un poco, tal vez Castiel lo noto pero lo atribuyo a que como demasiado. Me puse mis bragas, mi sostén y la remera de Castiel.

Tengo hambre ¿Habrá quedado el desayuno de Castiel?. Reí por lo bajo y camine hasta el comedor, en la mesa estaba el desayuno del pelirrojo, me senté y comencé a comerlo, luego le are algo mas a Castiel y tendrá que comérselo a menos que quiera problemas.

-Eso es mío. -Dijo el nombrado algo adormilado desde el sofá- ¿No piensas en mi? -Murmuro burlón.

-No es mi culpa que dejarás tu comida en la mesa. -Me defendí- ¿Porque no comiste? Lo deje justamente para que lo comieras, te ara mal.

-No lo se. -Se levanto del sofá y se sentó en la silla junto a mi- ¿Donde estuviste? Se suponía que solo era algunas horas y ya son mas de las siete.

Lo miré y sonreí.

-Estuve con mis hermanos y mis padres. -Le conté- Resulta que Kentin tenía mejores cosas que hacer. -Le dije mientras me llevaba un troso de tostada a la boca.

-Así que...¿No estuviste con él? -Susurro a lo que asentí.

Es ahora o nunca, creo que esta de buen humor.

-¿Esta de buen humor o soy yo? -Pregunte mientras el nerviosismo me invadía.

-Creo que la siesta que me eche me dejo de buen humor. -Me miró con un poco de burla y saco una tostada del plato.

-Castiel...-Dije, es ahora- ¿Que piensas de los bebes?

Este se atraganto con la tostada y tuve que servirle un baso de agua que había en la mesa.

-¿Estas embarazada? -Dijo este.

Lo miré impresionada, saco conclusiones muy rápido...¿Como lo hace?

-Yo...-Baje la mirada.

-¿Estas embarazada? -Volvió a pregunta tomando mi barbilla para que lo viera.

-Si. -Le conteste- No te dije ayer la verdad...-Continué- En verdad Kentin iba a ayudarme a comprar el test de embarazo, no te lo dije porque tenía miedo y no quería ilusionarte.

-Estas embarazada. -Susurro con una sonrisa en su rostro.

Me abrazo rápidamente -Sin apretarme tanto- Sonreí, se lo a tomado bien, eso es lo que quería.

-Tendremos un Castiel chico ahí. -Se separo de mi y apunto a mi vientre.

-Oh, no cariño. -Le dije burlona mientras negaba- Será una princesita.

Este rió negando y volvió a abrazarme, se separo de mi y toqueteo mi vientre, se sorprendió al notar que había engordado.

-¿Como es que no me di cuenta que habías engordado, mujer? -Acarició mi vientre y golpee su hombro- Oye, duele.

-No me digas gorda. -Reí- Pensé que lo ibas a tomar mal, tenía el corazón en la boca, prácticamente. -Le revolví el cabello.

-¿Que dices, Verónica? -Murmuro entre dientes- Jamas te dejaría sola de nuevo, ya aprendí mi lección, no lo volveré a hacer lo prometo y jamas, escucha. -Me señalo mi vientre- Jamas dejaría a mi futuro hijo o hija sola, no, simplemente no podría. -Me miró y le sonreí con algunas lagrimas locas que amenazaban con salir.

-Te amamos Castiel. -Le susurre entrecortado.

-Y yo a ustedes. -Hablo para luego besarme.

Corazón de melón: Tu eres mío y yo soy tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora