Capítulo 2-"¿Me estabas buscando?"

9.9K 487 55
                                    

Miré hacia todos los lados, buscando a aquel chico de ojos mieles o avellana, unos de los más bonitos y únicos que había visto. No lo encontré, solo veía a adolescentes cachondos bailando. Suspiré.

Los pelos de mi brazos se erizaron en cuánto sentí un aliento en mi oreja, me estremecí, llena de miedo.

-¿Me estabas buscando?-susurró una voz gruesa en mi oído. Una descarga eléctrica me recorrió de los pies a la cabeza.

Me giré con temor y curiosidad para ver quien era aquel tipo, y me encontré con lo menos esperado. Los ojos mieles.

Me quedé sin aliento una vez más en la noche por él, no podía dejar de mirarlos. Aunque me tomé mi tiempo para mirarlo entero. Nariz perfilada, labios gruesos y esponjosos, pelo marrón clarito. Si había algún adjetivo, además de perfecto, que pudiera describir a este hombre, que me lo digan, porque quiero saberlo.

-¿Bueno?-arqueó una ceja divertido, esperando mi respuesta.

Sacudí la cabeza, saliendo de mi pequeño trance.

-Eh... sí. No, estaba buscando a mi amiga.-me mordí el labio, echa un matojo de nervios, observando sus ojos una vez más.

-¿Es aquella rubia que se esta liando con mi amigo?-señaló a un par de sillones que se encontraban en las esquinas. Miré y efectivamente, Jessica se estaba besando con uno de su especie. Un rubio.

-Sí.-fruncí mis labios, mirándolo.-Es esa.

-¿Quieres una copa?-me preguntó, cogiendo mi codo, impidiendo que no me fuese.-Yo invito.

Fruncí mis cejas.-Ni siquiera sé como te llamas-me encogí de hombros.

-Justin Bieber. -se presentó.-Pero todo el mundo me llama Bizzle.

-¿Bizzle?-arrullé-Que nombre más raro-murmuré.

Una expresión confundida, mirándome raro, pasó por su cara.-¿No sabes quién soy?

Negué con la cabeza, lamiéndome los labios.-¿Debería saberlo?

Asintió, frenéticamente.-Todo el mundo me conoce.

Negué con la cabeza, dándole a entender que seguía sin saber quien era. Podrías ser el mismísimo dios, que ahora mismo no sé quien eres.

Se inclinó hacia mi oreja, apartó el pelo con sus dedos y susurró, dándole un toque misterioso:

-Soy el chico más temido de esta ciudad, deberías de estar aterrorizada shawty.

Me intenté tranquilizar para no salir corriendo y no asustarlo, como hacía con la mayoría de chicos, aunque él me asusta a mi.

-Mala suerte, no lo estoy.-me encogí de hombros con desdén, queriendo desafiarle aunque solo fuera un poquito.

Estaba que me cagaba en las bragas.

Se rió roncamente, entre dientes, inspeccionando mi cara.

-Intentas aparentar que estas tranquila, pero nena, en el fondo los 2 sabemos que estas aterrorizada.

Y que don tenía este chico para ver mas allá de lo que uno mostraba. El chico era terriblemente guapo, pero era "el chico más temido de esta ciudad" según él. Aunque tampoco creo que sea para tanto ¿no?

Tragué con dificultad y se volvió a reír.

-¿Sigues queriendo invitarme a una copa?

Soltó una risita y asintió.

Dio media vuelta, dirigiéndose a la barra, lo seguí por detrás, observando su amplia espalda. Tendría alrededor de 19 años, me imagino. Aunque la edad no importa. Y menos la de este tipo, "el chico más temido de la ciudad". Me senté a su lado en los taburetes mientras él pedía 2 cervezas ¿Otra vez voy a tener que aguantar el desagradable sabor?

-Bueno-Agregó, mirándome-¿Que hace una chica cómo tú por aquí?

¿Que tengo de malo?-¿Una chica cómo yo?-le pregunté, queriendo saber a lo que se refería. Era normal, o eso creía.

-Parece que no has roto un plato en tu vida.

¿Debía sentirme ofendida? No. Me reí a su idiotez, y él se me unió.

-Tienes una risa bonita-me alagó, provocando que sus palabras hicieran efecto en mis mejillas, efectivamente sonrojadas.

-Supongo que gracias, aunque creo que suena como una hiena-No era maldita broma, no me gustaba mi risa. Aunque la de Jessica es mucho peor, suena como un cerdo.

Soltó una carcajada, achinando sus ojos. Él si tenía una risa bonita.

-Tienes sentido del humor-cogió la cerveza-Me gusta.

Me encogí de hombros, no dándole importancia al asunto y cogiendo la maldita cerveza, que sabía asquerosamente mal.

Él empinó la cerveza en sus labios, bebiéndola como si fuera pura agua. Hice lo mismo que él, armándome de valor. El líquido volvió a descender por mi garganta, aunque ya no quemaba como antes, seguía con su respectivo sabor. Suspiré, volviéndola a dejar en la mesa. Y todo por hacerle creer que había roto algún plato en mi vida. Era absurdo.

-Estoy aquí celebrando mis 18 años-le expliqué.

-¿18?-parecía sorprendido-Te echaba 16.-se burló.

Rodé los ojos. No aparentaba 16¿verdad? ¿verdad?

-Ojalá tuviera 16-suspiré-Así todavía me quedarían 2 años para casarme.

-¿Casarte?¿Vas a casarte con 18 años?-no parecía sorprendido, en absoluto, más bien fascinado, como si estuviera loca.

Asentí-Tradición familiar.

Frunció sus cejas, mirándome con expectación-¿Eres hija de los James?

-Sí-murmuré asintiendo lentamente-¿Cómo sabes tú eso?

Rodó los ojos, creo que mi pregunta había sido algo tonta-Tú padre es uno de los más ricos de esta ciudad, claro que lo sé-alzó las cejas una y otra vez-No me has dicho tu nombre, y te he invitado a una copa-bromeó.

Sonreí ante su broma-Sophie, Sophie James.

-Bonito nombre-murmuró, mirándome profundamente a los ojos.

-Gracias-sonreí sin enseñar los dientes.

¿Que hora era? Había hablado con él como media, era hora ya de irme a casa. Me estaba jugando mucho. Saqué mi teléfono del bolsillo, mirando la hora. Dios mío. 02:07 a.m Voy a morir.

-Te-tengo que irme a casa Justin-Me bajé del taburete-Ha sido un gusto-Me despedí con la mano, alejándome-Y ¡Gracias por la cerveza!

Los minutos, y creo que incluso las horas, pasaban, y no había rastro de Jessica. Es como si se la hubieran llevado los extraterrestres a Marte o a dónde coño fuera ¡Solo quería encontrarla!

-La rubia se ha ido con mi amigo Ryan a nuestra casa. -me susurró una voz ronca y masculina en el oído, que supe descifrar al instante. -¿Quieres que te lleve yo a la tuya?

A estas alturas, los pelos de mi nuca se habían erizado, y yo no podía estar más nerviosa, así era yo, insegura y una cobarde.

Me giré sobre los tobillos, encontrándome con sus ojos-¿Se ha ido sin decirme nada?

-Al parecer, sí-asintió lentamente-No veo otra opción que no sea yo para volver a casa.

Lo dudé, pero a estas alturas¿Que podía perder?

-Esta bien, iré contigo.

Nota: Perdonen la demora, pero quería que el número de leídos subiera, y lo he conseguido. Ahora solo falta el número de votos. Espero que este capítulo les haya gustado, es una pequeña presentación de ellos 2. ¿No se han sentido alguna vez como si estuvierais destrozada? Ayer tuve una boda y me dolía la garganta, y creo que hoy no me voy a poder levantar de la cama 😭. Un besazo chicas y voten y comenten para el siguiente❤️

dangerous ♤ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora