dangerous ♤ j.b

Capítulo 43-"Diablito."

Sophie.

Me levanté completamente exhausta de la noche anterior y con mucho frío, luego me di cuenta de que estábamos en el balcón durmiendo con una simple sabana.

Vi a Justin dormir abrazado a mí, cuando dormía parecía un ángel, estaba tranquilo y no gritando como suele estar o enfadado.

Suspiré y me metí a la habitación, estaba muerta de frío, y Justin estaba muy cálido para estar al aire libre y con 15 grados.

Me vestí improvisadamente con una sudadera gris de Justin y deslicé unos calcetines por mis pies para descongelarlos.

Quería prepararle un gran desayuno a Justin antes de que se despertara, pero como siempre, él se me adelantaba a todo.

-Buenos días shawty.

Recordé esa palabra al instante y sonreí por el recuerdo. Esa palabra me irritaba porque no sabía qué significaba, sigo sin saberlo, pero me gusta cómo sale de sus labios.

-Buenos días, ¿te he despertado? -le pregunté, girándome y viéndolo como se vestía con unos calzoncillos y unos pantalones cómodos.

-No, tenía un poco de frío y por eso me he despertado. -dijo besándome la cabeza-.¿Desayunamos?

Una sonrisa pícara apareció en sus labios, y yo sabía lo que significaba.

(...)

Justin tocó la puerta de la casa de su padre. Era muy muy grande la verdad, más o menos igual que la mía, pero esta no tenía tantos jardines. A cosa de dos minutos, una señora, que tenía pinta de ser la criada nos abrió la puerta, y al ver a Justin, se le pusieron los ojos llorosos, para después, pegar un pequeño grito:

─¡Justincito!

Me empecé a reír en cuanto vi a la señora abrazar a Justin con todas sus ganas y Justin tenía cara de agobio. Era un momento que siempre iba a recordar.

Se separó de él con lágrimas en sus ojos y empezó a sonreír.

─¡No me creo que estés aquí, mi amor!

─Estoy aquí Rachel.

─¡Estás tan guapo, mi vida!

Rachel seguía 'llorando' mientras miraba a Justin con emoción. Debió de cuidar de Justin cuando era pequeño y también llevaría muchos años sin verle.

Rachel, me miró a mí, y su cara pasó a sorprendida. ─Hola guapa, ¿tú eres la novia de este duendecito?

─Sí─sonreí.

─Encantada, soy Rachel y conozco a este diablito desde que nació─me dio dos besos y un pequeño abrazo.

Justin estaba muy avergonzado para ese momento. Sabía que a el no le gustaba que lo llamasen cosas vergonzosas y menos darme a saber que alguien le tenía tanto cariño. Ahora mismo me parecía adorable.

─Pasad amores, la comida está casi lista.

Entramos al interior de la casa, y era muchísimo más elegante por dentro que por fuera, las paredes parecían de marfil y el suelo era completamente de madera. Pasamos por el recibidor, hasta llegar a la cocina, que era tipo loft.