Capítulo 8-"Ha valido la pena."

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Justin.

Después de terminar la conversación con Anthony, emprendí mi camino hacia la casa de Sophie. Llegaba justo a tiempo. Me estaba esperando en la acera, cruzada de brazos.

Sonreí, acercándome a ella.

-Me gusta cómo vas.-le dije observando su vestimenta. Camiseta blanca, cazadora negra, vaqueros negros y unas Converse blancas-. Ya no te ves tan pija.

Me pegó en el brazo levemente-Que sepas que nunca he estado vestida así.

-Deberías ponértelo más.

Se encogió de hombros.

-¿Subes?-le pregunté, mirándola una vez más.

-¿A esa cosa?-señaló la moto.

-Perdona, pero Pussy es la mejor moto que hay.

-¿Pussy?-se rió.

-Es un nombre precioso-respondí-. Bueno ¿subes?

-Me da miedo-admitió-. Y encima no llevamos casco.

Rodé los ojos. Esta chica me sacaba de quicio. ¿Todo en la vida era protección y normas? Me aburre.

Cogí su brazo.-Venga y sube, no va a pasar nada.

Bufó, pasando una pierna por encima de mi preciosidad y montándose-Agárrate a mí.

Sophie.

Abracé a Justin por detrás, juntando mis manos en su pecho.

-Ya puede valer la pena esta noche-Dije, mirándole la nuca-. Me la estoy jugando por segunda vez por ti.

Justin sonrió-Te prometo que valdrá la pena.

Acosté mi cabeza en su espalda, relajándome. Encendió la moto y emprendió nuestro camino. No sé cuánto tiempo pasó, que incluso creí que me había quedado dormida, pero no fue así.

-¿Vas a seguir mucho tiempo agarrada a mí? Porque podríamos cambiar de posición.

Una carcajada amarga salió de sus labios y yo, completamente avergonzada, me alejé de él.

Segundos después, se bajó de la moto, luego me ayudó ha hacerlo a mí. Observé el lugar en el que estábamos. Una plaza.

-¿Qué hacemos aquí?

-Vamos a comer tortitas. Tengo hambre.

-Ah, vale.

Fuimos hasta un restaurante, totalmente de lujo me atrevería a decir. Las sillas transparentes, mesas negras con un mantel negro, una lámpara de araña colgaba del techo. Me atrevería a decir que más lujoso que el que había estado horas antes.

-¿Y aquí hacen tortitas? -le pregunté confundida. ¿Cómo en un sitio tan lujoso iban ha hacer semejante cosa?

-Aunque no lo parezca, sí. -río-. Además, el dueño es un buen amigo.

Asentí mientras seguía mirando la decoración. Era acogedor y a la vez elegante. Me gustaba este sitio.

Oí a Justin hablar con una camarera, preguntándole por un tal "Miller". Ese debía ser el dueño, el amigo de Justin.

-Sophie, te presento a Jeff, el dueño del lugar.

Le sonreí al señor de apariencia seria y varonil. Se le veía un señor serio y muy elegante. Tenía un gran bigote, y iba vestido con un traje negro de camisa blanca.

dangerous ♤ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora