dangerous ♤ j.b

Capítulo 32-"Pensilvania."

Sophie.

Me vestí con un jersey de Ralph Lauren rojo, unos jeans negros y unos tacones Jimmy Choo negros. Agité mi pelo y me perfumé.

De: Justin

Ya estoy abajo

Salí de mi habitación del hotel, después de coger mi móvil y las llaves de la habitación. Llamé al ascensor, me monté en él junto con varias personas más. Al salir del hotel, lo primero que divisé fue a Justin, apoyado en su coche, con una sonrisa.

Me acerqué a él y nos abrazamos con mucho cariño. -Hola. -le sonreí.

-Hola, ¿Cómo estás? -me preguntó, separándose un poco de mí.

-Bien, pero vamos a montarnos en el coche, que has aparcado en medio. -me reí, abriendo la puerta del coche.

Justin prendió el coche y salió del aparcamiento. No se dirigía a las carreras de siempre, había tomado otro desvío.

-¿A dónde vamos?

-Se me olvidó decírtelo, nos vamos a Pensilvania, hay una carrera muy importante y no podía faltar. -sonrío.

-¿Pensilvania?-abrí los ojos-. ¡Eso está muy lejos!

-Solo a cuatro horas, no seas exagerada.

-¿Dormiremos allí? -pregunté.

-No. -negó-. A las siete tengo que hacer un reparto.

-No vas a dormir nada.

-Me da igual. -se encogió de hombros-. Tengo toda la tarde.

-Y toda la noche siguiente.

-No, por la noche tengo una pelea.

Me puse rígida al instante, y suspiré. ¿Otra vez le tenían que hacer daño? ¿No entiende que le pueden matar?

-¿Qué pasa? -me miró confundido.

-Nada. -negué, mirando al frente.

-No, dímelo.

-¿Tienes ganas de discutir? -le miré, alzando una ceja.

-Dime que te pasa.

-No entiendo cómo puedes pelear. Un día te pueden matar y ala, Justin no está. -le reproché.

-Me gusta pelear, Sophie. Cuando empecé en este negocio, aparte de hacer entregas, peleaba, me pegaban palizas, pero aprendí, y ahora se me conoce por ser el mejor.

-Vale que te guste pelear, pero Justin, piensa si te mueres, ¿qué hace Ryan?, ¿qué hacen todos tus amigos? -agité las manos-. ¿Qué hago yo?

-Seguir con tu vida, igual que lo haces ahora, solo que no tendrás a este sex simbol para follarte y llevarte a los mejores orgasmos. -sonrío de lado. Ya está cambiando de tema.

-No te puedes tomar nada enserio. -suspiré, cruzándome de brazos.

-Venga, no te enfades nena. -puso la mano en mi muslo, apretándolo.

-No me enfado Justin, solo que eres muy egoísta. -suspiré, poniendo mi mano encima de la suya.

-Venga, que mañana hacemos otra vez sexo en la ducha, pero deja ya el tema. -se rió.

Y yo también me reí.

-Gilipollas. -negué con la cabeza mirándolo.

(...)