dangerous ♤ j.b

Capítulo 7-"La cabeza de Cole encima de esta mesa."

Sophie.

Había tenido una mañana y tarde horrorosa, pero lo que no me imaginaba es que la noche también fuera a ser horrorosa, incómoda y la peor noche de mi vida.

Me retiró la silla para que me pudiera sentar y así lo hice. A mi no me engañaba. Se sentó en frente. Observé el restaurante lujoso y muy elegante. Eso era lo que me esperaba a partir de ahora.

Lo pillé mirándome, con una sonrisa divertida en su rostro.

-¿Qué miras?-escupí.

Se encogió de hombros, rodando los ojos-A ti.

Ahora yo rodé los ojos.-No me trago nada Austin. -lo miré, subiendo mis cejas y sacudiendo la cabeza levemente-, No hace falta que actues como si me quisieras. -negué con la cabeza, mirándole con desprecio-. Eso nunca va a pasar.

Se rió entre dientes.

-¿Quién sabe?-hizo una pausa-. Podrías enamorarte de mi.

-Ni siquiera lo intentes.

Desde ese momento, ninguno de los 2 emitimos palabra alguna. No quería tener nada que ver con él. Puede que algún día me sienta a gusto con él, pero de momento no. Iba a tener que ver su cara todos los días del resto de mi vida, y quería reservarme para no despreciarla. Terminamos de cenar y con eso pagó la carísima cena. Que se joda. Me monté en el copiloto y cruzada de brazos me pasé todo el camino.

-Déjame aquí, puedo irme yo sola. -le dije desabrochando mi cinturón. Paró en la esquina de la calle y me bajé, sin siquiera despedirme ¿para qué?

-Adiós "simpática". -dijo con ironía antes de acelerar por la calle e irse.

Por fin, suspiré.

Anduve por la acera, a paso tranquilo, no tenía prisa por llegar a mi casa y verle la cara a mi padre. El motor de una moto rugió por toda la calle. No le tomé mucha importancia, porque era una calle y se podía pasar por ella. Pero paró a mi lado. Confundida, me giré a ver de quién se trataba.

Justin Bieber con su sonrisa arrogante, sin casco, por supuesto.

Me detuve, mirándolo. -Que sorpresa.-sonreí, la verdad no me lo esperaba, creía que no iba a volver a verlo.

-Vaya, vaya, si es Sophie-se burló, sonriendo y mirando todo mi cuerpo sin descaro-. Con un vestido que le sienta de puta madre.

Me reí, algo avergonzada.

-Gracias-le agradecí-. ¿Que te trae por aquí?

-Iba a un sitio, y tengo que pasar por aquí. -paró la moto, pero no se bajó de ella-. ¿Cómo ha ido tu cumpleaños?

-Un completo desastre. -suspiré, mirándolo a sus ojos cautivadores-.Mi prometido es un gilipollas.

Se rió, pasándose la mano por el pelo. -¿No tiene nada bueno?

-Es guapo, pero tiene cara de malo. -me reí.

Me miró a los ojos un par de segundos más, antes de negar con la cabeza.

-¿Te pillaron tus padres?

Negué con la cabeza-Por suerte no.

-Tengo que irme-dijo, arrancando su moto-. Adiós Sophie.

-Adiós Justin. -sacudí mi mano, volviendo a empezar a andar.

Se fue a toda la velocidad por la carretera. Llegué a las afueras de la parcela de mi casa segundos después, y justo cuándo estaba a punto de marcar la clave para abrir la puerta de barrotes que iniciaba el sendero hasta mi casa. El motor de la moto de Justin y su voz me paró.