dangerous ♤ j.b

Capítulo 47-"¿Me habíais echado de menos?"

Sophie.

Me encontré con la gran sorpresa de Jessica en el hospital de París, obviamente, la había mandando Justin, ella no sabía nada de cuando me drogaron.

—¿Está todo bien por allí?—pregunté, el "allí" significa Justin, haber si lo entendía.

—No está todo bien, Ryan me ha pedido que no le llame en dos semanas o tres, y creo que Justin a ti también.

Asentí un tanto dolida—Creo que este es nuestro final.

—No creo Soph, se os ve muy bien.

—Jess, el a mi no me quiere, ni siquiera le gusto, solo se siente atraído a mí.—exasperé.

Por dentro estaba muy jodida, muy jodida, siempre había creído que lo nuestro iba a llegar a más, pero ya veo que no. No hizo falta que me lo dijera Justin, los hechos lo dicen todo.

—A lo mejor a él le gustas, ¿quién sabe?

—Jessica, los hechos lo dicen todo, si al menos sintiera un poco por mí, no me hubiese dejado sola aquí en París por su maldito trabajo.

Jessica se calló de inmediato, sabía que tenía razón.

Me tapé la cara con las manos, dios, este tema me estaba matando, antes de que llegara Jessica no podía parar de llorar, no me creo que lo está pasando.

Dos días después de que llegara Jessica, me dieron el alta, y por fin pude volver a Nueva York. Cuando volví, mi madre al instante me notó en la cara que algo iba mal, y le explique algunos hechos, bueno, le mentí, no podía decirle que Justin era un asesino, le dije que él no me quería y que yo a él si y que todo había terminado.

El lunes siguiente, empezó el tan deseado instituto, y por fin pude volver a mi rutina diaria, y pude despistarme un poco del tema de Justin. Efectivamente, no supe nada de él, Ryan a Jessica si que la llamaba de vez en cuando, pero Justin ni se molestó, total, tenía razón, los hechos lo dicen todo.

—Tia, ¿has visto que chico más guapo ha entrado nuevo?—me dijo Jessica, señalándome con la mirada a un chico bastante guapo, estaba sentado con dos chicos más, que debían ser sus hermanos, pues eran casi iguales.

—Se sienta conmigo en Historia.—dijo Carly—. Se llama Brooklyn.

Parecíamos gilipollas mirando todas a la mesa del supuesto Brooklyn.

Sonó el timbre y todas volvimos a nuestras clases, para mi sorpresa, me tocó en la misma clase que Brooklyn. Se sentó detrás de mi con otro chico que jugaba en el equipo de Lacrosse.

Recibí un mensaje de mi madre en medio de la clase, que no sonó mi teléfono, solo vibró.

De: Mamá

Irá una sorpresa a recogerte.

Para: Mamá

¿Que tipo de sorpresa?

De: Mamá

Te gustará.

Me quedé intrigada durante dos horas, hasta que llegó la hora de salida. Me crucé a Jessica por los pasillos, y salimos juntas.