dangerous ♤ j.b

Capítulo 39-"Allá vamos, París."

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MJustin.

Apagué el despertador refunfuñando, era la primera vez en años que me despertaba a las 7 de la mañana para irme a París, a ver a mi puto papá.

Mi móvil sonó minutos después, indicando que tenía una llamada. Seguro que era Sophie, y no me equivocaba.

-Estoy despierto, pesada.
-Cállate, estoy emocionada.
-Ui, yo también¿no lo notas?
-Venga Justin, no vas a París todos los días.
-Lo único bueno de este viaje es que voy a follar todos los días.
-Gilipollas.
-No lo niegas.
-¿Cuando es la inauguración?
-El viernes.
-¿Y vamos un Lunes?
-No hay nada más cachondo que follar en el mejor hotel de París enfrente De la Torre Eiffel.
-Guarro de mierda.
-Nunca vas a olvidar este viaje.
-Cállate.
-¿Se ha ido tu padre ya?
-Se va ya, puedes venir cuando quieras.
-Me ducho y voy.
-Ahora nos vemos.
-Adiós.

Me levanté de un salto de la cama y me metí a la ducha. Sophie no iba a olvidar este viaje por nada del mundo, tendría 5 días para follarmela día y noche, sin contar las horas que tenga que estar con mi maldito padre.

No tenía ni idea de cómo iba a reaccionar, ni tampoco con quien se iba a presentar mi padre, y mucho menos mis hermanos.

Salí de la ducha y me vestí rápidamente. Las maletas ya estaban en el coche, y no tenía hambre, por lo que me iba ya a buscar a Sophie y al aeropuerto.

Bajé las escaleras, y los idiotas de mis amigos estaban tirados en el sofá.

-No os digo otra vez que no la liéis mucho, y que cualquier problema, ya sabéis mi número.

-Por las noches no te llamamos, ¿no?-dijo Ryan, el gracioso de turno.

-No. -contesté rodando los ojos-. Me voy, no me echéis mucho de menos.

No escuché nada más al cerrar la puerta del garaje, París, allá vamos.

Sophie.

Me despedí de mi madre por quinta vez abrazándola, iba a echarla muchísimo de menos.

-No te digo otra vez que lleves cuidado Sophie.

-Lo sé mamá. -me separé del abrazo-. Ahora sí que me voy.-sonreí.

-Te quiero cariño.

-Y yo mamá.

La volví a abrazar por última vez y salí por la puerta con las dos maletas, anduve todo el camino de piedras y allí estaba Justin, en el Ferrari rojo, como siempre, llamando la atención.

Me monté en el coche de Justin y le sonreí.

-Hola.

-Venga ya Sophie, parece mentira que no sepas saludarme. -me cogió de la nuca y juntó nuestros labios en un beso.

-Estoy nerviosa¿vale?

-Y más que lo vas a estar. -sonrió, encendiendo el coche y derrapando por la calle llamando la atención, como siempre.

(...)

-¿Me estás diciendo enserio que tienes tu propio yet? -pregunté por segunda vez a Justin.

Estábamos haciendo cola para dar el pasaporte y por fin, montarnos en el avión, después de una hora aquí.

-Sí, es mío y de mis hermanos. -sonrió, enganchándome por la cintura con forme avanzábamos en la cola.