|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]

Episodio 3

-Genial,- le dije en tono alegre, apenas me había despertado -. despierto y lo primero que veo es tu cara.

Mmm... siéntete afortunada - respondió, pero no pudo evitar soltar una risita burlona.

-Oye, no me has dicho tu nombre - le dije, pero más bien sonó como una pregunta.

-Oh, lo siento, mi nombre es Nevra, sirvo en la guardia sombra de Eldarya - respondió casi inmediatamente y con un tono muy alegre -. y tu tampoco me has dicho el tuyo - espero uno segundos y añadio-: ¿me lo dirás?

Repasé esa pregunta pocos segundos, aunque cuando estaba con él sentía un ambiente cargado de confianza no quería decirle mi nombre. Debía inventar uno:

-Mi nombre es ... es... - buscaba en mi cabeza algún nombre, el que fuera pero no el mio -. S-sasha, mi nombre es Sash...

No alcancé a terminar ya que el me interrupió -: No creo que te llames Sasha, dime, ¿cuál es tu verdadero nombre?

-¿De qué hablas? Mi nombre es Sasha,ese nombre me lo puso mi madre, la que debe preguntar cual es tu verdadero nombre soy yo, ¿como se que no me mientes?

No tenía las palabras correctas para describir como me sentía, ¿cómo supo que le mentí?, ¿acaso leyó mi mente?, intente parecer lo más convencida posible de que ese era mi nombre, me puse firme y lo mire directamente a los ojos.

-Por que yo no soy un mentirso - me retó, se puso de pie y se acercó a mi -. Se que tu nombre no es ese, pero si tu quieres mentir es tu problema no el mío. Hizo una pequeña pausa y aseguro-: algo que se que te dará miedo, es que se que en menos de 36 horas cumples 16 años.

- ¿ Y tu cómo sabes eso? yo ni siquiera te conozco...

- Pero yo a ti sí -me interrumpió -. sé muchas cosas sobre ti, sé tu verdadero nombre, pero no sé por que lo ocultas, se tu fecha de nacimiento, sé por que vives con tus abuelos, sé por que murieron tus padres, y eso ni tú lo sabes.

Lo miré petrificada, ¿él sabía cómo murieron? , como él dijo; ni yo lo sabía.

-¿ Sabes como murieron? -le dije en tono suplicante pero con dulzura -. dime por favor.

- ¿En serio quieres saber? - me respondió, al principio soltó una débil pero elocuente risa, me miró y yo sólo asentí -. mmm... no te lo diré aquí, te lo diré después, quizá hoy, quizá mañana, o ... nunca.

- ¡Oye!, eso es muy grosero de tu parte - le solté .

<<Parece que te gusta hacerme sentir mal...>>

- Bien, si la niñita quiere saber, lo sabrá, pero tienes que entender que no puedo decirlo ahora, y hay una condición para que lo sepas, cuando me vuelvas a ver tienes que aparentar que no me conoces y de ahora en adelante harás todo lo que te diga, ah, y no me hagas preguntas de ello, cuando te vea me volveré a presentar contigo, después hablaremos como se debe y te diré como murieron tus padres, pero únicamente si haces lo que te dije ¿de acuerdo?

-Eh... bien ... - ¿en serio no puedo hacer preguntas? por que no entendí nada.

-Mira, hoy en la noche necesito que vuelvas aquí, trae todo lo que sea esencial para ti; comida, ropa o lo que sea...

<<¿Por qué estoy escuchando las palabras de un demente...? >>- me pregunté.

- Dejaré trazado un camino para que seas dónde estoy ¿vale? no te pasará nada

<<Esto comienza a asustarme, ¿me tiene que hacer sentir mejor? por que no lo esta consiguiendo...>>

- Y ¿por qué debería preocuparme? - dije a la defensiva-. se supone que sin el lobo todo estará bien ¿no?

-Oh, lo había olvidado, entonces, mejor preocúpate, por que el lobo sigue suelto - respondió con un tono risueño, vio mi rostro de desesperación y siguió hablando-. Ya venga, solo fue una broma.

-Tus bromas no me dan gracia - le contesté-. nada de eso me parece una broma.

-Vaya, que pesada es... -susurro sobándose la nuca con la mano, como si hablase con otra persona.

Preferí quedar en silencio, no pensaba discutir con... Bueno no encuentro palabras para describirlo, tiene una sonrisa angelical,pero es un payaso, unas bellas facciones, pero es irritante, un abdomen marcado, pero engreído con una mirada profunda y seductora.
Lo miré y me regaló una sonrisa dejando ver sus blanco y deslumbrantes dientes, digamos que los colmillos eran un poco más largos de lo ordinario, al instante se dio cuenta de mi interés por sus dientes, así que mejor ahogó esa sonrisa y dijo:

-Te veo aquí en la noche, no se te ocurra faltar -se agachó y besó mi mano como lo hacían los antiguos caballeros.

Dio media vuelta y camino hasta desaparecer de mi vista, tome mi celular y tenía 14 llamadas perdidas de casa, suspiré y me dispuse salir del bosque para llegar.