EPILOGO

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Tres años han pasado ya, tres años de la guerra, de la muerte de Nevra, Valkyon, Leiftan, Kero y mi padre. Tres jodidos años.

Después de que naciera la bebé de Ykhar, a quien puso Varela, subí a una montaña, no muy lejos de la sede, había un vacío del otro lado, desaté el retaso de la manga de Nevra de mi muñeca, lo tomé con fuerza y dejé que el viento se lo llevara.

–Debo dejar que descanses en paz –susurré conteniendo el llanto-, por el bien de los tres.

Kyorel ha aprendido a caminar, hablar e incluso ya sabe manejar algunos elementos. Tres años y los he sentido como miles. Actualmente tengo veinte años, he pasado en Eldarya cuatro, los más importantes de mi vida. Mis días se han vuelto completamente aburridos y dolorosos, si no fuera por Colmillos, creo que ya me hubiera vuelto loca.

Estamos a inicios de noviembre, no tengo idea de que año, retomé las costumbres de la ciudad de Eel, en especial el hacer cada año un baile para las guardias. Esta vez tuve que vestirme sola, me vi obligada a cepillarme el cabello y peinarme yo misma, ya no había quien lo hiciera o me ayudara. Traía la melena suelta, una vestido negro, largo y de corte princesa, mi hijo llevaba un mini smoking con un moño. Se veía hermoso.

Al salir de mi habitación me dispuse a darles la bienvenida a todos en el baile, generalizando. Posteriormente fue a saludar a algunos conocidos, una pareja en especial me hizo sonreír y acercarme a ellos.

– ¡Que milagro que los veo! –exclamé al llegar a la mesa de Ezarel y Ágata.

–No es para tanto –se quejó mi hermana.

Me apresuré a abrazar a uno, después, al otro.

– ¿Qué tal, campeón? –saludó Ezarel al niño, cargándolo y jugando al avión con él.

– ¿Cómo no quieres que esté feliz? Es la primera vez que los veo en tres años –señalé–. Cada vez que es el baile, les envió una invitación, ¡Pero jamás contestan!

–Podría decirse que hemos estado ocupados –respondió Ezarel, tomó la mano de la chica y se logró ver un anillo con un inmenso diamante.

– ¡Se van a casar! –chillé–, ¿Cuándo?

–Abril del siguiente año –anunció Ágata–, de hecho, eres la primera a la que invitamos.

Me tendió un pedazo de papel popelina envuelto en una bolsa de celofán, en letras cursivas decía en grande y en el centro: "Ágata y Ezarel", acompáñanos a nuestra unión el día 26 de abril, esperamos contar con tu presencia.

– ¡El día de nuestro cumpleaños! –les dije con una sonrisa a ambos-, ¡Claro que iré!

Alguien me llamó a mis espaldas, tocándome tres veces el hombro.

–Hola, Zirel –me saludó Rosa.

– ¡Hey, hola! –exclamé abrazándola también–, ¿Dónde dejaste a Zafiro?

– ¡Acá estoy! –dijo saliendo de entre la multitud–, ¡Antes de comenzar con el baile, te tenemos una sorpresa!

– ¿Ah, sí? –indagué-, ¿Cuál?

Unos chicos trajeron arrastrando el arpa de la plaza principal, la dejaron junto a los músicos, entonces Zafiro me hizo la seña para que me acercara a tocar, con emoción, me aproximé al instrumento, me senté y comencé a tocar una alegre melodía. Siempre me había gustado esa canción, puesto que cada quien puede interpretarla de maneras distintas, su nombre era Rivers Flows in You de Yiruma.

|Eldarya| •••  El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora