Unos ojos rojos como la sangre, helados como el frío de invierno e indiferentes como su actitud. ¿Recordáis al lobo de mis sueños? ¿El lobo que casi me mata? Bueno, por lo que tengo entendido, el lobo que me atacó era Chrome, pero este tiene algo de diferente; tenía una mirada asesina, con un pelaje tan negro como el de un cuervo.
Sus ojos estaban clavados en mi cuello, unos enormes dientes puntiagudos salían de su hocico, si mi imaginación no me engaña vi que se los relamía con la lengua. Lentamente guardé los frascos que tenía en mis manos, cerré el cajón con la misma lentitud y comencé a caminar lentamente hacia atrás, con pasos pequeños y ligeros, pero inesperadamente choqué con una de las sillas de la sala, frenéticamente giré la cabeza hacia atrás. Sin salida. El lobo abrió más el hocico, entonces, yo, despistadamente, comencé a cargar con electricidad mi mano, sentía un leve cosquilleo en mi cabeza (lo cual pasa cuando mi cabello cambia de color, pero en este caso no tengo idea de qué color se ponía). Pero antes de descargar mi puño en su cara, la puerta se abrió de lado a lado.
Tras las puertas de caoba, que supongo son parte de un hechizo, venía Veil sonriendo con una persona encapuchada, por su silueta, parecía un hombre, pero algo en su cintura y su menuda estatura me hacían pensar lo contrario. Cuando el enmascarado giró la vista hacia la escena, su sonrisa se desvaneció, su acompañante se ciñó más su capa y su gorro, lamentablemente no pude ver de quién se trataba. Veil se quedó parado en el marco de la puerta, y entonces el lobo se acercó más a mí, hasta que él reaccionó.
-¡Cerbero! –gritó–, ¡Afuera!
El lobo como perro regañado salió con un aire de furia, por mi parte sentí un gran alivio de que el animal se fuera, pero por dentro me comían los celos por la persona que venía con él y que le había arrebatado una, o quizá varias sonrisas de su rostro.
-¿Esa cosa tiene nombre? –pregunté con un poco de miedo–, ¿Por qué me quería matar?
-Déjanos a solas por favor –dijo dirigiéndose a la chica, que por el resonar de unos tacones supe su sexualidad, cuando se escuchó el cerrar de una puerta bajo la voz a un tono casi inaudible-. ¿Qué demonios haces aquí?
En su tono de voz había tensión, irritación, enojo y sorpresa.
-¿Quién era ella? –respondí en el mismo tono.
-Yo pregunté primero –bramó.
-Quién era ella –ya no era una pregunta, era más bien una orden.
Sentí un cosquilleo nuevamente en mi cabeza, mi cabello estaba cambiando otra vez de color, en esa sala había un espejo, específicamente frente a mí, vi mi mechón de cabello cambiar de azul a rojo intenso, un rojo vivo como las llamas, puede ser mi imaginación, pero mis ojos echaban chispas. En los ojos de Veil, había una pizca de miedo y angustia.
-¡Respóndeme! –grité sin pudor.
-A-Ah... P-Pues ... Yo...
-¿Y soy yo la que rompe los juramentos? –pregunté enojada, esperé a tranquilizarme y pregunté no muy calmada -, ¿Qué eran esos frascos? ¿Por qué están catalogados así?
-¿Has fisgado entre mis cosas? –interrogó indignado-, ¿A tal grado ha llegado tu desconfianza?
-El Oráculo me guió hasta aquí –dije con los puños cerrados, mis uñas estaban un poco largas, así que se enterraron un poco en mi piel-, me pidió ayuda, y ahora entiendo el por qué.
El miedo en su mirada se incrementó.
-¿Por qué haces esto? –pregunté sin más-, ¿Para qué usas el poder de los Cristales? ¿Sabes lo que significan para mí...?
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|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]
FanfictionElla tiene un sueño dónde jura ver a alguien que siente conocer, más sin embargo nunca lo había visto en su vida, ese joven que soñó, Nevra, le dice que el lugar al que pertenece es a su lado, confusa, va al bosque por respuestas, pero termina en un...