Episodio 47

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Cuando Fred llegó exigió a Rosa que se fuera, me llevó con un doctor para saber la razón de mis mareos y mis vómitos, pero antes me hizo la misma pregunta que Rosalya.

–¿No estarás embarazada?

–¿Me has visto levantarme de la camilla en los últimos meses o semanas? –dije bruscamente y enojada.

Debido a mi tono de voz calló.

El médico no supo especificar a qué se debía. Me obligó a hacerme un test y un ultrasonido. El primero dio positivo pero en el ultrasonido todo estaba vacío.

–Algunos fallan –dijo haciendo énfasis al test-, por lo general el ultrasonido detecta los pulsos del corazón si el embrión tiene menos de 3 meses, pero no se ha visto nada, así que supongo que no está embarazada.

Fred me miró pero yo evadí su mirada aún enojada.

–Quizá sea un virus, una bacteria o un mosquito –dijo el doctor mientras se sentaba en su escritorio-, ¿Ha salido mucho últimamente?

–No –respondió Fred.

–Le pregunté a ella –aviso el hospitalario.

–No, doctor –respondí-, no he salido desde hace un año.

–¿Has estado encerrada todo un año? –preguntó haciendo una mueca de disgusto dirigida a Fred.

Suponía que creía que el culpable era él.

–Estuve en coma –informé.

–Debes de haber cogido un virus de ahí.

Garabateo un par de palabras en una hoja, me la entregó y dijo:

–Procura tomarlas cada 8 horas y cada 12, fuera de eso, te sentirás mejor.

–Se lo agradezco –le gratifiqué.

Salí primero que Fred y subí a su Jeep no le hablé en todo el camino, hasta que paró el carro en la primera oportunidad que tuvo.

–Hey –exclamé-, ¿Por qué paras el carro?

–Quiero pedirte una disculpa –pidió buscando mis ojos.

–Sí, aja claro –dije mirando por la ventanilla.

–Hablo en serio –me atajó tomando mi rostro entre sus manos-, sé que no seré el novio perfecto pero...

–¿Novio? –pregunté mientras quitaba sus manos de mi cara-, no estoy de humor para hablar de nada. Pero acepto tu disculpa.

–Pero... –comenzó a decir.

–Estoy cansada –le dije mientras bostezaba-, ¿Me puedes llevar a casa?

–Sí –suspiró resignado.

De camino tampoco hablamos nada, pasamos por un parque, eran tan verde... tan lleno de vida, no se parecía en nada a los que había visto antes, en él había juegos, no como los normales, estos tenían algo especial, resplandecían como nuevos y obviamente también había niños, un grupo de estos en especial llamaron mi atención. Eran exactamente seis, cada uno parecido a los pequeños amigos que hice un día mientras me escondía de Ezarel, Eweleïn, Nevra y Miiko. Todos estaban ahí, jugueteando con una pelota; Nissa, Odile, Rhiannon, Alvar, Mery y Nyx. De la nada Nyx se levantó y se adentró a la maleza que estaba a sus espaldas.

– ¡Para el carro! –exclamé mientras veía como desaparecía entre la hierba.

Fred frenó de golpe, me quité el cinturón de seguridad, abrí rápidamente la puerta y salí con un brinco.

|Eldarya| •••  El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora