Episodio 42

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Miiko

–Maldita sea... Maldita sea... -susurré-, ¡Mierda! ¿Dónde diablos se supone que los tiene? –grité exasperada-, yo los había visto por aquí... ¿Dónde los puso?

En la cueva de Veil no hay nada, no está ni el Ni no Kuni, no están los cristales. ¡Nada! Puede que él haya previsto que lo encarcelaran el día del baile, más yo no pensé que a mí también me apresaran. Sabía que los comportamientos de Sasha lo implicarían tarde o temprano, después de todo ha estado a su lado desde que nació. No tomé en cuenta que también podría revivir a los antepasados de su alma. Solo sé bien una cosa... ¡Desde el momento del embarazo debí haberla matado!

En primer lugar, Mika es menor a mí por algunos minutos, esa es la primera razón por la cual yo debí de haber ocupado el trono de la cede y no ella. En segundo lugar, Toller era MI pareja, no la de Mika. Pero como nada es perfecto en este mundo, los padres de Toller decidieron comprometerlo con mi hermana porque era el varón mayor de su familia. Y lo que más me duele y aún me pesa, mi estúpida madre era humana, y como secuela del embarazo de un hada y un humano, yo nací con algunas dificultades para poder hacer espíritus, pero Mika salió perfectamente bien... Un hada hermosa, con enormes poderes, y un excelente carisma, a diferencia de mí, que soy todo lo contrario. Mi madre murió cuando nos dio a luz.

Cuando llegó el día de la boda de Toller y Mika, no me presenté. Desde ese día dejaron sus nombres de solteros y se les dio a cada uno el nombre de Oberón, y Titania. Me quedé en la casita que estaba en el corazón del bosque, qué, si mal no recuerdo, está destruida. Pasaron unos meses, me quedé tirada en una de las 3 habitaciones, pensando, delirando, imaginando. Pero una noche, escuché a alguien tocar la puerta. Me levanté a ver quién me molestaba, al abrir, era nadie más y nadie menos que "Oberón". El me pidió perdón por no haber impedido su compromiso, por no haber luchado, yo le dije que eso ya no importaba. Me comentó que para sellar el matrimonio tuvieron que procrear un hijo, él se había negado y nuevamente lo obligaron a hacerlo, lo cual me asqueó, porque eso significaba que ya se había acostado con ella. "Cada segundo con ella me repugno como no tienes una idea", fueron sus palabras exactas. Después de eso, se quedó conmigo esa noche, cuando desperté, el ya no estaba. No volví a verlo, hasta el día que dimos a luz, y cuando digo "dimos" me refiero a que Mika también dio a luz. De casualidad ambas tuvimos niñas, y ambas pelirrojas. Otra coincidencia más con ella. Esos mialditos mandaron a mi hija a la Tierra... Ni siquiera pude cargarla una vez... Ni siquiera recuerdo su carita...

¡Argh! Eso no importa ahora... Tengo que buscar los cristales... Necesito los cristales... ¡Con la mierda! No están por ningún lado...

Si Veil los escondió, sólo él debe saber dónde están... Entonces... iré por él, pero sin Sasha, no me sirven de nada...

Luego pensaré en otra cosa.


Sasha

Estoy parada frente al monumento de Oberón y Titania, mis padres, ambos se miran de frente, están tomados de las manos, enfrentando sus miradas, que según la escultura, son miradas tiernas, pero, si los vemos ahora hasta con los ojos pueden matarse. Eché un vistazo al arpa, la última vez que la toqué parecía que volvió a nacer, ahora sigue carcomiéndose poco a poco. Me acerqué y me senté, cuando uno de mis dedos entró en contacto con una sola de las cuerdas del instrumento, entró un pequeño Flashback a mi cabeza:

-Debes de hacerlo –le dijo Oberón a Miiko-, es por tu bien... Por él mío... Por el de todo este nuevo mundo, tienes que hacerlo, no está a discutir.

-¿Qué no está a discutir? –gritó ella-, ¡No puedes decidir sobre mí, sin antes preguntarme lo que siento! ¡Siempre he odiado que hagas eso!

|Eldarya| •••  El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora