|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]

Episodio 26

-¿Pero qué diablos estás haciendo aquí? –dijo Veil, no puedo describir las emociones con las que dijo aquellas palabras, pero era una mezcla de angustia, enojo y melancolía.

-La pregunta sería –respondí-: ¿Qué estás haciendo tú aquí?

-¿Qué no ves? –dijo mostrando las cadenas que tenía en las muñecas y en los tobillos-, ¡estoy en una fiesta! – cómo no notar su sarcasmo.

-¿Y quién te invitó? –dije hincándome a su lado.

-Ezarel y Valkyon me tomaron y ataron, me golpearon y me desmayé –explicó-, después aparecí aquí, no sé para qué me quieran aquí, pero tengo la impresión de que no es para nada bueno.

-Creo que somos dos lo que piensan eso... -respondí, guardé silenció unos segundo y el también, se propagó un silencio incómodo.

Ambos pronunciamos el nombre de otro al mismo tiempo.

-Habla tu primero –sugirió él.

-Bien... -musité-, ¿Por qué no detuviste la espada antes de que me atravesara?

Su aspecto de tristeza cambió a uno de preocupación.

-Creí que éramos compañeros... -susurré.

-¡No, no te ataqué por que haya querido! –respondió el rápidamente-, ¡Algo me hizo hacer eso!

-¿Algo cómo qué? –pregunté sarcástica.

-No lo sé... pero ¡te juro que yo nunca quise herirte!

-Esto no tiene sentido –exclamé, luego me puse de pie.

Antes de irme una mano sostuvo mi muñeca.

-Por favor créeme – los lindos ojos inocentes con los que lo conocí retomaron su lugar, su mirada expresaba verdadero arrepentimiento, la expresión en su rostro desesperación, la rigidez en su cuerpo el miedo, pero la calidez con la que sostenía mi mano representaba otra cosa...

No me podía resistir a todas esas cosas juntas, al mismo tiempo y en la misma persona.

-Está bien –suspiré, resignada-, te creo –me giré para verlo de frente, lo vi de frente y sonreí-, nunca había notado que tu cabello era blanco.

Me devolvió la sonrisa.

-Soy una caja de sorpresas –dijo sosteniendo su sonrisa-. Aun que es extraño que no lo hayas notado... Cuando le gente me conoce es lo primero que nota.

Únicamente reí.

-Te debo un favor –dije tomando las cadenas de sus manos-: tú me liberaste hace mucho... -lo miré a los ojos, los tenía muy abiertos- Ahora me toca a mí corresponderte.

Con una onda de viento corté las cadenas, pero los brazaletes que común mente tenían este tipo de ataduras seguían en sus mulecas, no se los quitaré con otra onda, podría cortarle el brazo.

-Gracias –dijo sonriendo-, pero dime: ¿Qué haré con esto? –bufó con respecto a los brazaletes de metal.

-"Eres inteligente, ya se te ocurrirá algo" –repetí las mismas palabras que él me dijo cuándo me libero.

Iba a salir pero Veil nuevamente me sostuvo por la muñeca.

<< ¿Ahora qué? >>, dije en pensamientos.

<< ¿Disculpa? >>, respondió en mi cabeza.

<< Wow ¿Tú también puedes hablar mentalmente? >>, pregunté.