No escuchaba que se alejase de la puerta, así que decidí hacerlo yo. Me levanté y fui a mi cama, pero la náusea que me había aguantado en el pasillo con Nevra regresó con el doble de la intensidad. Corrí al baño y me desplomé en la taza, lo que solté ahí fue de nuevo sangre, coágulos y algo abultado y como si tuviera múltiples caminitos, pero cuando quise verlo más de cerca otra arcada me invadió, más coágulos, más sangre y otra cosa extraña con forma de un hilo no lo suficientemente grueso, pero no tan extremadamente fino. Meh, término medio.
Se escucharon un par de golpes en la puerta, pero obviamente no me iba a poner a ver quién era, estaba muy ocupada con los ascos como para hacerlo. Después de un último golpe distinguí un par de sonidos, como las bisagras romperse, la puerta caer al suelo y crujir ante un peso exagerado.
No les presté mucha atención, estaba muy ocupada.
-¡Zirel! –gritó Oberón-, ¡Hija!
-Esto no está bien –corroboró la voz de Kero-, la poción no fue suficiente...
-Tenemos que llevarla de nuevo con Eweleïn y Ezarel –ordenó el jefe-, ¡Rápido, reúnelos de nuevo, incluyendo a Ágata! –esperó un momento para seguir hablando-: Y trae a ese patán de Nevra...
Kero avanzó con paso rápido y salió de la alcoba, dejándome con Oberón, que tan rápido como el injerto de hombre con unicornio se fue, me cargó y comenzamos a andar. No me había percatado que la ropa que traía puesta se había llenado de sangre hasta el estómago y ahora estaba mancillando el traje de uniforme de mi padre.
-Nunca pensé que tú fueras el qué quisiera salvarme –dije rompiendo el silencio-, una vez te escuché decir que serías capaz de dejarme morir por salvar a tu otra hija.
–Las personas cambian –contestó neutro-, y las palabras se las lleva el viento. Créeme, no ha sido fácil aprender a quererte, más por el simple hecho de que me haces esa tarea muy ardua.
– ¿Has aprendido a quererme? –pregunté burlona-, ¿Me hago la difícil o qué?
–Aparentemente –respondió sonriendo.
Una sonrisa genuina pero con el toque de tristeza, se veía que en sus buenos tiempos habría conquistado a muchas chicas, si no fuera mi padre, ya me tuviera rendida a sus pies, así como cuando Alexy solía pasar por los pasillos y todas soltábamos leves suspiros.
Llegamos al laboratorio y ahí ya tenían a mi prima sentada, le estaban sacando sangre.
Zafiro llegó pitando y buscando con enojo a Nevra, que en ese momento no estaba, pero dentro de unos pocos segundos llegó. El multicolor se le echó encima, literalmente y comenzó a darle puñetazos a diestra y siniestra, pero el vampiro no se quedaba atrás, e también le estaba dando una buena.
Ezarel trató de detenerlos, pero en el intento recibió una patada en la cara, que no sabría decir de quien era, y cayó al piso sobándose, Eweleïn no podía intervenir dado que estaba esperando que un medidor indicara un litro y medio de sangre y apenas llevaban medio. Mi padre no podía porque me estaba sosteniendo, pero les gritaba que pararan, visiblemente no lo obedecían, ya que seguían riñendo.
Con una mano hice una ráfaga de viento que por fin los separó el uno del otro, Nevra tenía el pómulo morado y Zafiro el labio reventado, se estaban hiperventilando cuando yo me sentí desfallecer, las fuerzas se me fueron en ese último ataque.
– ¡Sus ojos están en blanco! –chilló Zafiro cercándose-, ¡Se le agota el maná!
Sentí como me recostaban en algo, una pequeña corriente estaba circulando por mi pecho y poco a poco sentí como la sensación luchaba contra algo.
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|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]
FanficElla tiene un sueño dónde jura ver a alguien que siente conocer, más sin embargo nunca lo había visto en su vida, ese joven que soñó, Nevra, le dice que el lugar al que pertenece es a su lado, confusa, va al bosque por respuestas, pero termina en un...