|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]

Episodio 54

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Nevra

Oberón, al ver la enorme cantidad de súbditos recientes de Miiko, ordenó a todos portar un uniforme con el cual pudiésemos diferenciarnos fácilmente de ellos, el mío y el de él eran prácticamente iguales, los de los demás eran idénticos entre ellos, pero comparados a los nuestros solo había una característica que los diferenciaba, ambos teníamos chaleco color rojo.

Me acababa de dar el mío, el de Ezarel, Valkyon y Zafiro los entregó después de mí, al voltear y ver la fila, sentí lastima por ellos, ya que esta era infinita. Fui a mi habitación para ponerme mi nuevo uniforme, la ropa que de ahora en adelante tendría que usar toda la vida, claro, si vivía mucho...

Pasé por la habitación de Gia, por la de Ezarel y la de Valkyon, después pasé por la habitación de Zirel, al momento de poner un pie frente a su puerta, un flashback con su risa me traspasó, más no era solo su carcajada, sino su sonrisa, dirigida única, amplia y sinceramente a mí. Me quedé ahí unos segundos, debatiéndome internamente sobre abrir o no la puerta, finalmente opté por pasar de largo y entrar a mi habitación, comencé quitándome la remera negra sin mangas y poniéndome una del mismo color, pero de manga larga y súper ajustada. Me quité el pantalón y me puse otro, encima me puse otras dos camisas, y unas botas tipo militar negras, lo último que me faltaba era un trozo de cristal hecho rombo manera de collar, me lo puse y destelló un poco, en ese momento, uno de mis ojos me ardió, lo cerré ante el dolor y presioné con la palma de mi mano mí cabeza.

– ¡Auch! –susurré.

El malestar pasó rápido, al principio tenía la vista borrosa, pero conforme me va acostumbrando ya veía de mejor manera las cosas.

"¡Eres un idiota!", resonó en mi cabeza.

¿Qué diablos? ¿Por qué demonios escucho su voz muy seguido? Ni siquiera recuerdo haber tenido una conversación así con ella, poco a poco quise tratar de recordar, puesto que solo había escuchado su voz, más no había visto el recuerdo, hice un esfuerzo enorme para visualizarla, y lo único que conseguí fue el vernos bailar, ella llevaba un vestido negro con rojo y yo traía un traje, le regalé una amatista y le robé un beso.

Espera ¿Qué? ¿En serio le robé un beso?

Después otro, en él, ella traía puesta ropa normal, yo la estaba peinando, de la nada se quedó dormida, yo me quedé como un perfecto estúpido ahí, viéndola dormir, acaricié su rostro, en ese instante se veía indefensa, su piel se tiñó de rosa y sus mejillas y nariz estaban coloradas. Cuando menos me lo esperé, empezó a patalear y a gimotear, seguido de comenzó a gritar, pero lo extraño era que estaba dormida, yo traté de despertarla, pero aun así, seguía.

Fue entonces que comencé a zarandearla en todas direcciones, se despertó con lágrimas en los ojos, ella al momento de verme me estrecho contra ella, me apretó como si yo pudiese protegerla, y así, yo le devolví el abrazo.

Me senté al borde de mi cama.

Son muchas cosas tratando de ser procesadas en un minuto, puede que con todo, algo tenga que ver el que yo siempre escuche su voz o tenga pequeños recuerdos, pero, ¿Por qué solo recuerdo pocas cosas, o momentos escasos? ¿Qué habrá pasado?

Me levante para ir con Oberón nuevamente, salí de mi habitación ya portando mi nuevo uniforme, cuando pasé al lado de la habitación de Zirel, la puerta estaba abierta, y ella no estaba, entré sigilosamente, cuando iba caminando pisé un trozo de vidrio que se enterró en mi bota nueva, cuando quise sacarlo, me tambaleé hacia atrás, caí y tiré una lámpara.