Episodio 49

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Las personas que aparecían en la imagen del espejo eran Sasha y Fred.

La imagen aún estaba borrosa, por lo que no podía distinguir muy bien. Poco a poco se fue aclarando, dejándome ver lo que hacían: Fred la estaba besando. El espejo cayó de mis manos sin siquiera darme cuenta. Mi corazón latía aceleradamente, había razones para encontrarme de esa manera: la primera, se suponía que Sasha estaba muerta, segunda, la única manera que conozco para regresar a la Tierra es con un círculo de brujas, y cuando ella estaba en mis brazos, no había ninguno.

Tomé aquel artefacto rápidamente, salí corriendo y volví a la biblioteca para ver a Oberón, abrí la puerta de su oficina de golpe y entre cayendo de bruces, el espejo casi se me resbalada las manos al momento de mi desplome. Cuando me levante del suelo, Oberón y Valkyon me miraban confundidos, creo que estaban teniendo una conversación importante, porque además de observarme con desconcierto lo hacían también con cierto enojo.

–¡Oberón! –grité al pararme, le tendí el espejo-, ¡Mira!

–¿No ves que estamos en una conversación importante? –inquirió, algo molesto.

–¡Mira y calla! –ordené.

Oberón tomó el espejo de mala gana, lo miró y luego sus ojos se posaron en mí.

–¿Qué se supone que debo de ver? –Preguntó.

–A Sasha, claro –contesté.

–No veo absolutamente nada –dijo.

–¿Qué? –susurré-, ¡No, no, no! ¡Estaba aquí! ¡La imagen estaba aquí!

–¿Pero la imagen de qué? ¡No puedo ni verme a mí siquiera! –preguntó tratando de seguirme el hilo de la conversación.

Tomé al espejo y pensé de nuevo en Sasha, un humo grisáceo en el vidrio de esta se removió, más no pasó a ser nada más que eso. El cristal dejó esta sombría neblina y se aclaró, hasta que solo quedó mí reflejo en ella. Eché un vistazo a Oberón , luego al espejo, de nuevo a Oberón, de nuevo al espejo.

–No estoy loco –aclaré.

–Sí, por supuesto –objetó Oberón sin interés y con ironía.

–¡Es verdad, ella estaba aquí! –recalqué.

El rey suspiró y me miró intranquilo, como si de verdad me estuviera volviendo loco. Se acercó a mí, puso una de sus manos en mi hombro y sonrió.

–Creo que te hace falta algo de aire fresco –opinó-, sal a andar un rato, cuando te necesite te mandaré llamar.

–Pero... -adversé mirando por última vez el espejo.

–Nada de peros –respondió Oberón-, deja esa cosa donde la encontraste y paséate un rato.

Iba a oponerme nuevamente, pero él me sacó literalmente a empujones de ahí.

Me quedé afuera de su oficina, pero dentro de la biblioteca. No lo obedecí, dejé el espejo en una sección restringida y vagué sin rumbo por los pasillos, buscando entre los estantes algún libro que atrajese mi atención. Hubo uno que especialmente me dio curiosidad. Su nombre era: "αλήθεια"

Lo tomé y comencé a leer.


Seika/Sasha

Instintivamente separé a Fred de enfrente de mí. Me miró desconcertado, confundido.

–Mmmh... ¿Pasa algo? -inquirió viéndome.

–No me beses –respondí con voz autoritaria-, no de nuevo.

|Eldarya| •••  El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora