|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]

Episodio 22

Miiko me contó todo; me dijo que Veil era el que nos había hecho daño, me mostró su pierna, dijo que él le encajó un cuchillo en la pierna para inmovilizarla .Salí corriendo de la enfermería, Eweleïn trató de detenerme pero yo forcejeé para que me soltara. Ya cuando estaba cruzando por el refugio comencé a escuchar gritos clamando mi nombre eran de parte de Eweleïn, Ezarel, Nevra y Miiko, si iba al bosque y encontraba a Veil lo atraparían, y yo no quería eso, yo sólo quiero respuestas.

Corrí hasta dónde estaban las pequeñas casas del refugio, quizá podría esconderme con alguien. Vi al niño con el que había hablado hace días con Kero, no recuerdo bien su nombre, pero creo que se llama Mery. Él estaba como de costumbre jugando con otros niños con una especie de pelota, algunos niños tenían patitas como las de una cabra, otros parecían pequeños centauros y pocos eran como Mery; con pequeños cuernos y cola de ternero, me acerqué a ellos despacio, si me les acercaba bruscamente quizá se asustaran como lo hizo Mery. De suerte la pelota con la que jugaban la patearon hacía dónde yo estaba, ya tenía una oportunidad para acercarme a ellos.

-¡Bolita por favor! –gritó uno.

-¿Podría pasarnos la pelota, señorita? –gritó una niña.

Asentí y fui hacía ellos, cuando llegué a estar lo más cerca de Mery me hinqué para quedar a su altura y le dí la pelota.

-Hola –saludé-, ¿me recuerdas?

-Sí –dijo sonriendo-, ¿eres la novia de Kero, no?

Me coloré un poco ante aquel comentario.

-No, no –respondí-, Kero es sólo un amigo –me acerqué a él para que nadie nos oyera-, ¿crees que me puedas ayudar? –susurré-. Necesito dónde esconderme...

-¿De quién te escondes? –preguntó.

Giré la cabeza buscando a alguno de los que me habían seguido, los encontré reunidos buscándome son la mirada, los señale y dije:

-De ellos.

Sin decir nada, les hizo una seña a los niños y todos se vinieron sobre mí, me jalaban y empujaban, llegamos a una casita simple y pequeña, Mery abrió la puerta y los niños hicieron el trabajo de empujarme, dentro había una mujer rubia con los cuernos del ternero muy grandes, los tenía ya pasados de la cintura, tenía un gran parecido a Mery, creo que era su madre. La mujer al verme entrar empujada por los niños me inspeccionó con la mirada de arriba abajo, su mirada era tranquila y paciente, se acercó a mí y a los niños.

-¿Para qué han traído a ésta mujer aquí? –dijo la madre de Mery.

-¡Necesita ayuda! –dijo un niño.

-¡Tenemos que esconderla!- aulló otro.

-¿Podemos mamá, podemos? –dijo Mery poniendo ojos de perrito mojado.

Antes de responder la mujer suspiró.

-Sí –dijo mirando al suelo un poco divertida-, pero no hagan travesuras.

-Yo soy Nissa –dijo una niña, muy parecida a Mery.

-Yo soy Odile –dijo un niño.

-Yo Rhiannon –dijo otra niña.

-¡Y yo Alvar! – gritó un niño.

-Yo soy Nyx –murmuró una niña cabizbaja.

-¿Y tú quién eres? –preguntó Nissa.

-Yo soy Sasha –dije igual de entusiasmada que ellos-, ¿Entonces, me ayudarán?

Los niños gritaron victoriosos y después se juntaron y comenzaron a susurrar la madre de Mery me hizo una seña para que la siguiera, y así lo hice, llegamos hasta la cocina y de pronto se escuchó un grito de los niños: "A por ellos"