|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]

Episodio 34 (Maratón 3/3)

-¡Oh, cómo te odio! – le grité a Nevra dándole un fuerte golpe en el pecho.

-¡Yo no soy el culpable de que tengas el pecho increíblemente pequeño! –respondió divertido-, si hubiera sabido que la mesa de la despensa tenía mucho más relleno que tú hubiera usado esas medidas.

-¡Eres despreciable!

-Y tú muy plana –dijo riendo.

-¡Te voy a matar! –dije haciendo un espíritu con mi puño, pero este era un espíritu morado y con rayos eléctricos amarillos, y un viento gélido lo rodeaba. Por inercia, Nevra retrocedió dos pasos, sus ojos grises cambiaron a un color amarillo, él tenía miedo.

-¿Qué son todos esos gritos? –dijo Miiko alzando la voz al entrar por la puerta-, ¡No pienso tolerar uno más!

Nevra intercambió miradas con Ezarel y Valkyon, luego me miró a mí.

-Estoy harta –dije más calmada-. Me largo.

Fui por mi ropa normal y salí de la sala, sin no antes escuchar un grito de Nevra y otro de Miiko:

-¡Hey, aún no he acabo contigo! –gritó Nevra.

-¡Aún tienes que ensayar! –gritó Miiko.

Sus comentarios entraron por una oreja y salieron por la otra. Salí y sin querer me topé con los pelotones de todas las guardias; Chrome y Zafiro iban a la cabeza de la guardia sombra. En la guardia Absynthe al frente iban un chico de cabello negro con unas orejas de zorro y a juego una cola con la punta salpicada de color blanco como la nieve, a su lado iba una chica de estatura mediana, cabello rosa claro y unas orejas de elfo. En la guardia Obsidiana había dos chicos al frente, ambos altos y de cabello plateado, como Valkyon, pero a su excepción su cabello terminaba en puntas verdes claras. Tras cada guardia iban muchos chicos y unas pocas chicas, todos los chicos cuando me vieron salir comenzaron a silbar y a gritarme cumplidos. "Hola hermosura" "¡Ellas será mi pareja para el baile!" "Mira que ratita más linda esta aquí" "¿Quién es ese Aengel caído del cielo?" "Es mía"

El último comentario me sacó de mis pensamientos, ese no había sido un grito por parte de los chicos de las otras guardias, sino de Nevra.

-Es mía –repitió-, ¡Vuelvan a sus labores si no se las quieren ver conmigo!

En respuesta los chicos que guiaban las guardias los encaminaron fuera de la cede. Cuando todos se fueron y solo me dejaron con Nevra pregunté:

-¿Tuya? –el asintió-, ¡No soy un trozo de tierra por el cual puedas luchar y tenerme bajo tu propiedad!

Sonrió dejándome ver sus colmillos.

-Nevra se la pasa persiguiendo faldas, señorita –respondió-, pero ahora está persiguiendo unos pantalones.

Abrí los ojos como platos y me gire a mirarlo, ¿Dijo lo que creí?

Al parecer él también se dio cuenta del doble sentido de sus palabras, lo cual hizo que se sonrojara y quisiera remediarlo de inmediato.

-¡N-No! –objetó-, ¡No quise decir eso! –sonreí y alce una ceja-. Qui-Quise decir que... Bah, me refiero que siempre estoy tras las femeninas y ahora voy tras de ti...

-¿Estás diciendo que soy poco femenina? –pregunté indignada, trató de negarlo pero agregue:-, ¡Eres increíble! ¡Primero dices que soy de busto pequeño, ¿y ahora esto? ¡No te soporto!

Salí con paso firme y me dirigí a mi habitación, sin antes escuchar:

-Eres todo un Romeo –susurró Zafiro.