|Eldarya| ••• El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]

Episodio 30

-Explícate –dije mirando primero a una y luego a otra.

-Digamos que perdió la memoria –aseguró Alajéa-, no recuerda Ezarel... Bueno, si lo recuerda pero no como su hermano, sino como un amigo...

-¿Y no le duele a Ezarel el saber que su hermano está aquí dando vueltas, sin siquiera conocerlo? –pregunté.

-Ezarel tampoco le recuerda –dijo Ykhar mirando un punto muerto de mi habitación-, no sabe quién es, me refiero a que solo sabe que es un miembro más de las guardias.

-Pero ¿Son hermanos, en verdad? -pregunté sin poder creerlo todavía.

-Gemelos –corrigió Alajéa-, Ezarel nació primero y después...

-¿Por qué ninguno de los dos lo sabe? ¿Por que nadie les ha dicho?

Se encogieron de hombros y después agregaron:

-Ordenes de Miiko, nos tenemos que ir, ¡Hasta mañana Sasha!

Me despedí y cerré la puerta, miré las cosas que Valkyon estaba observando y toqueteando; eran la pulsera con la esfera, las tres llaves que me dio Kero y... ¿una daga? ¿De quién es esto?

Tomé la daga en mis manos, era parecida a la que Veil me había enseñado cuando estaba con él, pero esta tenía un brillo distinto, oscuro. La deje en la mesita de noche y tomé de nuevo las llaves, eran tres. ¿Por qué me daría tres llaves? Salí de mi habitación con las llaves en mano y me dirigí a la enfermería. Al entrar me llevé la sorpresa de que Eweleïn no estaba, en teoría solo estaban Kero y Chrome en sus respectivas camillas. Me acerqué a ver a Kero, en la cara tenía una mancha de tierra, con mi mano la quité delicadamente, al otro lado de la camilla estaba el animalito que cantaba la melodía junto a Kero el día que llegué aquí. No me había visto pero cuando me vio al lado de él corrió a ponerse frente a mí, tenía el ceño fruncido y sus ojos expresaban tristeza, lo miré y le sonreí, después él ablandó su ceño y puso finalmente uno melancólico, extendí mi mano, no tenía idea del porqué, la puse frente al animalito y este aceptó gustoso su contacto, me quedó un momento con él, el animal sólo me miraba a mí y luego miraba a Kero. De un instante a otro la criatura reaccionó y comenzó a ulular con impaciencia, con el pico jalaba el final de mi sudadera, y la movía para arriba y para bajo.

-Pero, ¿Qué te sucede? –pregunto zafándome de su pico -, ¿Qué ...?

El animal no me dejó terminar mi pregunta, salió corriendo de la habitación, aunque sus piernas eran pequeñas corría demasiado rápido. Salí en su búsqueda y el animal se dirigía a la biblioteca, mientras corría me agachaba para atraparlo en su carrera, pero cada vez que tenía esa oportunidad, él se las ideaba para escapar. Finalmente entró a la biblioteca y se dirigió a la puerta del fondo comenzó a aporrearla con su pico. Me miraba en busca de ayuda, pero, como Kero había dicho, estaba cerrada.

-No tiene caso –dije tomando a la criaturita entre mis brazos-, Kero dijo que estaba cerrada por seguridad.

Entonces brincó de mis brazos y comenzó a correr de nuevo, y sin más yo fui corriendo tras él. Pasamos por la sala principal, después por el pasillo de los guardias, había unos chicos puestos en columnas por dos, iban trotando y cantando al mismo tiempo:

«Yo mi mundo voy a proteger, por eso un guerrero he de ser (?)»

Al final de ellos iban Nevra y Zafiro, al pasar corriendo y persiguiendo a un animal me miraron extrañados, accidentalmente choqué con el brazo de Nevra, haciendo que este cayera de sentón, me giré y apresuradamente me disculpe sin detenerme.