Episodio 61

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EL PASADO DE CHROME

–Pienso que debiste habérselo dicho –opinó Valkyon mientras caminábamos, me tendió el espejo.

Lo miré de reojo, tomé el pedazo de vidrio y me limité a contestar:

–Yo pienso que está mejor así.

–Pero tiene derecho a saberlo –siguió Valkyon.

–Derecho a ¿Qué?

Esa voz no era ni mía ni de Valkyon, alguien nuevo se acababa de meter en nuestra conversación. Miramos al frente ahí estaba Chrome, iba con Nyx.

–Es algo que a alguien de tu edad no le corresponde –contestó Valkyon a la defensiva.

– ¡Por Dios! –exclamó el lobo-, ¡Soy lo suficientemente grande como para entender muchas cosas!

Corrí a abrazar a Nyx y le susurré al oído: "Voy a sacarte de aquí" Me agaché para estar a su altura, le acomodé un mechón detrás de la oreja, le sonreí en conforte y vi a través de sus ojos como sufría en ese momento, sentí el impulso de llorar, pero me contuve.

– ¿Qué haces aquí, Chrome? –pregunté.

–Como no estaban quise venir a buscarlos, Miiko me dijo que me la trajera –respondió y señaló a la niña.

–No me refiero a eso –dije pasiva-, me refiero a qué haces en este ejército, podrías estar en la sede, más seguro, incluso en otra ciudad o...

–Lo que me trajo aquí fue la lealtad –me interrumpió, para su edad, era una respuesta muy madura.

–Lealtad a ¿Qué? –indagué.

–No me gusta hablar del tema –expuso viendo a otro lado-, además, es una historia un poco larga.

–Bueno –acepté-, tenemos todo el día.

Tomé asiento en el suelo, invité a Valkyon a que se sentara, después Chrome hizo lo mismo, junto con Nyx.

>>No conocí a mi familia –explicó-, o quizá sí, pero no los tengo en mi memoria. Comienzo a recordar a partir de los... No sé, tal vez ¿Siete años? No, es mucho, cinco, sí, desde los cinco. Vivía de las limosnas y de lo que me aventara la gente, a veces pasaba semanas enteras sin comer o beber algo, en ese entonces nadie quería llevarme al refugio ya que implicaría que alguien me cuidara. Un día, llevaba mucho tiempo sin probar bocado alguno, estaba agonizando en la acera, nadie prestaba atención, pero llegó alguien se me acercó, acarició mi cabeza y de pronto me sentí rejuvenecido, cuando vi a la persona primeramente me asusté, iba todo de negro, con máscara.

<<No jodas>>, pensé.

>>Era Veil -continuó hablando-, tenía una bolsa en sus manos, me sonrió, la dejó en el suelo y comenzó a irse, le grité, pero no se volvió, entonces tomé lo que había dejado, era nada más y nada menos que lo que necesitaba, comida y agua, cuando quise verlo de nuevo, ya se había perdido entra la multitud. Acostumbraba venir semana con semana a traerme víveres. Aunque fue por poco tiempo. En mi mente juré que siempre estaría a su servicio por haberse preocupado por mí cuando nadie más lo hizo. De la nada dejó de venir.

Una horrible noche llovió como si el cielo se fuera a caer, fui a cada casa pidiendo posada, pero nadie quería darme asilo, desganado volví a mi rincón, estaba completamente empapado.

Una capa cayó sobre mi cabeza, volteé al cielo, esperando ver al joven de negro, pero me encontré con otra persona, un chico alto, con colmillos, bufanda negra y una especie de chal morado en uno de sus hombros, me sonrió, me dio su capa para no mojarme, y ahora él estaba empapado.

|Eldarya| •••  El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora