Episodio 48

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–¿Por qué cada cosa que me pasa son cosas malas? –me pregunté-, ¿Por qué no me pueden pasar cosas buenas?

–¿Nevra? –dijo una persona que se encontraba al otro lado de la puerta-, ¿Estás ahí?

–Si no fuera así, ¿Dónde más estaría? –pregunté ronco y con brusquedad.

–Oye, no te enfades con nosotros –dijo Ezarel-, solo tratamos de animarte.

–Ya nada puede "animarme" –respondí.

Me quedé callado, ellos también. El silencio y la soledad se habían convertido en mis mejores amigos, en el tiempo basado en la Tierra, Sasha solo lleva un mes de... ya saben; de estar muerta. Pero aquí, el tiempo es distinto. Aquí, un año no son los 365 días, aquí un año son once mil trecientos quince días, lo equivalente a treinta y un años. Un mes en la tierra varían entre los treinta días, mientras aquí un mes son novecientos cincuenta días, más o menos como dos años y medio. No me pregunten como hice los cálculos, porque ni yo mismo lo sé. Lo que quiero decir, es que ha pasado mucho tiempo desde que Sasha se fue, si nos basamos en el tiempo terrestre, porque aquí el tiempo pasa rápido y lento a la vez. No he salido de mi habitación para nada, ya no tiene caso alguno, ¿O sí?

Golpes en la puerta se escucharon ruidosamente, haciéndome sobresaltarme, la perilla se movía violentamente, al igual que toda mi habitación.

–¡Más e vale que abras la puerta, Nevra! –gritó Valkyon-, ¡Si no lo haces, te juro que la voy quemar hasta los cimientos!

<<Quiero ver eso>>, me dije a mi mismo con una sonrisa.

Los ignoré y cerré los ojos, pero un estruendo me obligó a abrirlos de nuevo. Mi vista se posó en la puerta, que había sido violentamente arrancada de la pared. Los miré asombrados, pues no creí que llegarían a hablar tan en serio, sin decir palabra alguna Valkyon me tomó y me cargó tal y como lo haría con un costal de papas, pataleé para que me soltara o mejor aún, me bajara. Pero todos mis esfuerzos fueron en vano. Ezarel venía silbando alegremente en nuestra retaguardia. Por otro pasillo llegó Zafiro y se colocó al lado del elfo azul, ambos comenzaron a tararear una melodía, muy feliz para mi gusto.
Me llevaron a la sala del cristal, en este tiempo hemos tenido la oportunidad de recolectar más cristales de lo que nos creíamos capaces, el cristal ha crecido considerablemente. Yo solo ayudé en un búsqueda, después de eso, me recluí en mi habitación y no salí más. Hasta hoy.

–¡Bájame, joder! –le grité a Valkyon.

–Ya, ya –me consoló Ezarel-, ya tranquilízate.

–Ya te voy a bajar –informó Valkyon.

Él me bajó como dijo, luego se quedó parado detrás de mí, Ezarel lo miró confundido, pareció entender algo y luego tomó su misma postura. Zafiro era el único que parecía actuar normal, bueno, normal a mi gusto. Aunque no podía ocultar esa alegría por más que luchara, contra su sonrisa, incluso brinquitos daba. De una puerta salió Oberón, iba vestido con una playera ajustada, su cabello castaño estaba revuelto y sus ojos azules cristalinos tenían ese iris de tristeza. Llegó tranquilamente y se paró frente a nosotros. Ni siquiera nos miró, solo se paró y ahí se quedó.

–¿Por qué están actuando tan raro? –dije por fin, rompiendo el silencio-, ¿Pasa algo?

Pero nadie me respondió.

–¿Me sacaron de mi habitación y destrozaron la puerta para nada? –pregunté irritado.

A pesar de mi pregunta nadie decía nada al respecto, todos se quedaban ahí, mudos. Ezarel y Valkyon mantenían su extraña postura y Zafiro seguía impacientemente feliz.

|Eldarya| •••  El mundo de las hadas (Nevra) [E#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora