Capítulo 5

630 42 3
                                    

Richard la miró sorprendido.

- Perdona, pero Susan...

- Sí, lo he oído, pero Will...

Richard suspiró.

- Creo que ambos tenemos razones para quedarnos con él ¿Verdad? - preguntó levantando su carta.

- Lo siento... Esto jamás hubiese entrado en mis planes, pero...

- ¡Que vas a contarme! Y ahora... ¿Que hacemos?

- ¿Qué propones? - preguntó ella.

- Mira Katherine - comenzó él - Tu... ¿Estás casada?

- No.

- Yo sí.

- ¿Y?

- Tengo una hija, tiene catorce años... Le ofrezco una familia.

Kate le miró algo molesta.

- Vivo con mi novio, también puedo ofrecerle una familia.

- Ya... Pero yo le ofrezco una vida cómoda, no tengo ningún problema económico.

- Sí claro... Y dejarle cada noche con una niñera mientras vas a fiestas.

- Oye... No creo que eso sea de tu...

- Simplemente leo la prensa, y claro que me importa tu modo de vida si quieres hacerte cargo de Robert Sorenson.

Ambos se miraron con furia.

- Creo que yo seré la mejor opción para ese niño - dijo Kate con contundencia.

- ¿Lo vas a llevar en su sillita de seguridad cuando persigas malos en tu coche patrulla? - contestó riendo Richard.

- Por el amor de Dios, ¡Su padre era policía!

- ¿Y eso te hace ser a ti la mejor opción? ¿Por ser policía como su padre?

- No. Pero tú tampoco eres la mejor opción porque seas famoso y millonario.

Richard no contestó.

Kate miró una vez más la carta que sujetaba entre las manos.

- No voy a renunciar a cumplir con la petición de Will - aseguró - se lo debo.

- Y yo se lo debo a Susan.

Después de varios minutos, los dos abogados entraron en la sala, pillándoles de nuevo en mitad de un cruce de frases poco afortunadas.

- ¿Han llegado a un acuerdo? - pregunta uno de ellos sabiendo que la respuesta es negativa.

- No nos ponemos de acuerdo - contesta Richard.

- Era una posibilidad - dijo el otro abogado.

- ¿Qué podemos hacer? - preguntó Kate a ambos abogados.

- Creo que deberíamos acudir a un juez de menores para que decida la mejor opción para todos.

- ¿A un juez? - preguntaron ambos.

- Los señores Sorenson no se pusieron de acuerdo y ambos tienen los mismos derechos para custodiar a su hijo.

- Así que - intervino el otro abogado - si no logran llegar a un acuerdo, será mejor que el caso lo revise un juez y decida por ustedes.

Kate y Richard se miraron.

- ¿Dónde...? - comenzó Kate - ¿Dónde está Robert?

- En servicios sociales...

La sentenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora