Capítulo 13

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Kate sintió como sus mejillas ardían al comprobar como media planta de homicidios observaba con atención la escena. No obstante, ver la carita del niño fue suficiente para ignorar las miradas y caminar hasta ellos tomando en sus brazos Robby llenándole de besos.

- Lo siento - se disculpó Richard - pero es imposible llevarle conmigo y no sabía a quien recurrir.

- No importa - dijo ella feliz - estos días casi no le he visto.

Montgomery, que había seguido la escena desde su despacho mientras hablaba por teléfono, se levantó y cortó la comunicación dejando a su interlocutor con la palabra en la boca. Salió de inmediato a la sala donde estaban sus detectives mirando con sorpresa hacia ellos.

- Señor, yo... - intentó justificarse Kate - Iba a hablar con usted...

- ¿Richard Castle? - preguntó un sonriente capitán ignorando por completo a la detective.

- Sí - contestó Richard tendiéndole la mano.

- Roy Montgomery... - le dijo mientras le estrechaba la mano - Mi mujer es una gran admiradora suya...

- ¿Y usted no? - preguntó con una media sonrisa Richard.

- Confieso que he leído sus libros... Si me firmase un autógrafo para mi mujer...

Kate no pudo evitar que su boca se abriese sorprendida.

- Puedo hacer algo mejor - contestó Richard - vengo otro día y usted me enseña como trabajan en homicidios y yo le traigo mi último libro y se lo dedico especialmente para ella...

- ¿Haría eso?

- Claro... Kate no me cuenta en que consiste exactamente su trabajo y... ya sabe es curiosidad y documentación para un escritor como yo...

- Eso está hecho - aseguró Montgomery.

- Será un placer... Ahora debo marcharme... Kate - dijo dirigiéndose a ella - todo lo necesario está en la bolsa, he venido en taxi, no me he dado cuenta de coger su silla de paseo y...

- No hay problema - contestó ella.

- Vuelvo en cuanto termine la reunión. Capitán, encantado de conocerle - dijo volviendo a estrechar su mano.

Montgomery y Kate le miraron mientras se metía en el ascensor. Acto seguido el capitán se giró para mirar a su detective.

- A mi despacho.

Kate le siguió con el niño en brazos y cerró la puerta. Ryan y Espo se miraron entre ellos. Montgomery no era un tipo estricto pero la orden no había sonado nada bien...

- Señor...

- No me meto en tu vida privada y lo sabes...

Kate no sabía como explicarle que era una situación extrema.

- Soy su tutora, bueno en realidad el señor Castle y yo lo somos...

- ¿Tutora?

- Es el hijo de William Sorenson.

Montgomery cambió su semblante poniéndose excesivamente serio y se sentó invitándola con un gesto para que ella hiciese lo mismo.

- ¿Por qué no has pedido días de permiso? Sabes que legalmente puedes hacerlo.

- No los creo necesarios...

- Mira Beckett, tengo tres hijos. Si hay algo que me falta, es tiempo para ellos y a mi no me han caído del cielo de un día para otro como a ti, yo tuve nueve meses de preparación para cada uno... Ve a casa y no aparezcas por aquí hasta el lunes.

La sentenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora