Richard se separó lentamente, no sin antes depositar un ligero beso en su frente, queriendo ser perdonado si el atrevimiento de besarla, en mitad de la calle y frente al restaurante que solía visitar junto a su padre, había ido demasiado lejos.
Kate agachó la mirada turbada. No entendía porque a esas alturas de su vida se sentía tan extrañamente vulnerable y tímida por el besar a ese hombre. Se giró y abrió la puerta del coche, sentándose rápidamente.
Richard dio la vuelta al coche, abriendo la puerta del copiloto y casi lanzándose a su interior manteniéndose en silencio mientras ella conducía de vuelta a comisaría. Intentó pensar en otra cosa que no fuese el instante que acababan de compartir, pero le resultaba del todo imposible, cada pensamiento diferente a Kate, volvía irremediablemente a ella, a sus labios, a su olor, a su tacto...
Kate se sentía incómoda. En ninguna de las anteriores ocasiones en las que se habían besado habían hablado sobre el tema y parecía que tampoco iba a ser ese el momento. Sinceramente no tenía muy claro si quería hablar sobre el tema o dejarlo pasar. Decidió ser valiente.
- Castle...
- ¿Sí?
- Deberíamos hablar sobre...
- ¡Ah sí! Tenemos un tema pendiente - dijo él.
Ella le miró brevemente volviendo al tráfico de Nueva York.
- La verdad es que necesito una persona nueva - continuó él.
- ¿Una persona nueva? - preguntó ella extrañada.
- Claro. Estaba harto, pero ya sabes, por comodidad seguía con ella. Afortunadamente todo termina y nuestra relación llegó a su fin.
- Por comodidad - repitió ella.
- Sí. Y ahora puedo elegir a quien quiera y he aprendido la lección. Ahora sé que si no estoy a gusto y si no me convence, buscaré otra... - aseguró.
Kate no pudo soportar lo que estaba oyendo y giró bruscamente parando el coche en una zona prohibida.
- ¿Si no te convence buscarás otra? - preguntó mirándole fijamente.
- Bueno - dijo él asustado por como había parado - también podemos decidirlo entre los dos, pero yo tengo más experiencia...
Kate bufó. Le mataría en ese mismo momento.
- Claro, tú tienes más experiencia. Mucha más que yo. Tienes razón.
- Sí - dijo él totalmente extrañado.
Kate se recolocó en su asiento, intentando calmarse y formar una frase para mandarle literalmente a la mierda con toda la educación posible.
- Castle - comenzó ella a decir furiosa - no pensaba que eras tan retorcido y superficial.
- ¿Retorcido y superficial? ¿Por qué me dices eso?
- No eres más que un rico caprichoso que crees que puedes manejar a la gente a tu antojo, tenerla como si la comprases con ese dinero que te sobra y tirarla a la basura cuando te aburras. Las cosas no van a salirte así Castle, al menos conmigo. Por mí puedes elegir a quien te de la gana y aburrirte y conseguir otra cuando quieras, pero conmigo no cuentes.
Richard la miró totalmente extrañado.
- Bien... No sabía que ibas a tomarte tan en serio el tema del pediatra de Robby...
Kate se sintió totalmente estúpida e intentó disimular todo lo posible para salir del atolladero y que él no se diese cuenta.
- ¡Pues claro que me lo tomo en serio! - dijo fingiendo estar indignada - Tenemos que elegir con cuidado, pero no pienso cambiar de pediatra cada dos por tres. Es algo serio.
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La sentencia
FanfictionLa tragedia de una joven pareja, hace que un juez tome una díficil decisión que cambiará la vida de dos personas desconocidas hasta entonces...