Capítulo 33 (M+18)

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N/A: Y... El tan esperado capítulo...



Richard presionó el botón de la última planta y se giró mirándola.

- ¿Te he dicho que estás preciosa?

- No - aseguró ella sonrojándose.

Él se separó levemente volviendo a mirarla como lo había hecho en su casa horas antes. Ella había elegido un vestido azul con marcado escote en V y tirantes anchos que no hacían pensar que la espalda estaba al descubierto. Era totalmente ajustado y corto. Como únicos adornos había elegido un largo collar de perlas y unos pendientes a juego.

- A ti te sientan muy bien las camisas blancas - aseguró ella mirándole.

- Lo sé - dijo sonriendo mientras se acercaba pegándola contra la pared y besándola muy despacio.

- ¿Por qué lo estropeas siendo tan idiota? - murmuró ella en su boca.

- Porque sé cuanto te molesta mi ego...

Kate negó con la cabeza y él se separó cuando se abrieron las puertas del ascensor. Richard tiró de su mano saliendo al rellano y sacó las llaves del apartamento que había alquilado a Kate.

- ¿Estás segura que no te molesta? - preguntó antes de abrir.

- Al fin y al cabo no pienso pagarte el alquiler - aseguró ella mientras él abría.

- Tengo... He hecho algo... - dijo él parando - No quiero que te enfades...

Kate le miró extrañada y empujó la puerta abriéndola y entrando al apartamento sin dejar de mirarle. La luz estaba encendida y Kate entró al salón quedándose inmóvil mientras Richard cerraba la puerta detrás de él.

- Siento haber entrado sin tu permiso - se disculpó a su espalda.

Kate se mantuvo en silencio y él se asustó sabiendo que había ido demasiado lejos al entrar en su apartamento sin su permiso.

- Richard...

Él temió que se diese la vuelta y le echase de allí. Ella volvía a llamarle por su nombre. Se acercó por su espalda y la rodeó con sus brazos.

- Lo siento - volvió a disculparse besándola en la mejilla.

- No.

Kate se giró en sus brazos mirándole fijamente.

- Es... Es... Gracias...

Richard la giró y volvió a abrazarse a su espalda. Kate miró a su alrededor, había jarrones con flores por todas partes y la estancia iluminada por grandes vasos con velas.

- Un ramo por cada día que ha pasado desde que te conozco - le dijo en su oído.

Kate observó las flores. No había un solo ramo igual. Tulipanes, rosas, margaritas, lirios... Cada ramo de una tonalidad diferente. Volvió a girarse y se abrazó a él con fuerza.

- Espérame en el sofá - dijo empujándola con suavidad - iré a por el postre.

Kate caminó hasta el sofá quitándose el abrigo y mirando a su alrededor sin saber exactamente donde debía ponerlo. Decidió dejarlo en el armario de su habitación y cuando entró en la misma se sorprendió al ver el gran ramo de rosas rojas y florecitas blancas que había sobre la cómoda. Guardó el abrigo y volvió al salón, sentándose sobre el sofá mirando a Richard que se acercaba con una botella de champagne y una bandejita.

Kate miró la bandeja y sonrió. Eran trufas y bombones de "La Maison du Chocolate".

- Me encantan - dijo mirándole - ¿Cómo lo has sabido?

La sentenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora