Capítulo 49

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Robby se salió con la suya y agarró la bola de helado de fresa de Kate hundiendo sus deditos y llevándoselos a la boca, aprovechando que Kate no estaba atenta y miraba desconcertada a Alexis que continuaba con la mejor de sus sonrisas mirando alternativamente a la detective y a su padre.

Un trozo de helado cayó sobre el brazo de Kate que reaccionó dándose cuenta de lo que acababa de hacer el pequeño y dando un chasquido con la lengua buscó toallitas en la bolsa de la sillita de paseo.

- Alexis... - comenzó Richard - Será mejor que...

- Que esperes... - añadió de inmediato Kate intentando que Robby separase su mano de la boca y siguiese embadurnándose de helado toda la cara.

- ¿Esperar? - preguntó la chica cogiendo el helado de Kate que luchaba con Robby - Ya estás divorciado, somos una familia... A la que, por cierto, le encantan los helados... - dijo riendo y señalando el panorama de Robby manchando a Kate de crema rosa.

El escritor se fijó en lo que su hija decía y de inmediato buscó su móvil en el bolsillo de la chaqueta, tomando fotos rápidamente.

- ¿A que hay que esperar? - volvió a insistir la chica.

- Cariño... - intervino Richard sin saber muy bien que debía decir.

- Alexis... Yo... - añadió Kate mientras limpiaba a Robby

- ¿No quieres? - volvió al ataque la chica.

- ¡No! - contestó de inmediato Kate negándolo.

- ¿No quieres? - preguntó extrañado Richard.

- No he dicho eso... - contestó con una sonrisa Kate

- Entonces si quieres - afirmó Alexis.

- ¡Oye! - exclamó la detective - ¿Vosotros dos estáis confabulados?

Padre e hija se miraron negando con la cabeza.

- Te prometo que no - dijo Richard.

La detective cogió aire y lo soltó por la nariz.

- No he dicho que no...

- Pero tampoco has dicho que sí... - afirmó la pelirroja.

Richard entrecerró uno de sus ojos mirando a la detective.

- Todo esto es un poco complicado... - dijo al fin Kate.

- Alexis... - reclamó Richard - Será mejor que nos dejes hablar entre nosotros ¿Vale?

La chica miró a ambos y de repente comenzó a reír provocando que los dos adultos se mirasen entre ellos extrañados.

- Lo siento... - dijo Alexis - Ya sé lo que pasa... Lo siento...

Miró a su padre que afirmó poniendo una mueca con los labios. A Kate aquello la desconcertó más aún, pero parecía que la conversación iba a zanjarse y no pretendía indagar sobre el tema. Al menos por ahora.

- Ven aquí gamberro - dijo Alexis cogiendo a Robby en sus brazos que ya estaba limpio de helado - vamos a ver los patos

Ambos miraron como Alexis se alejaba de ellos en dirección al cercano estanque hablando al pequeño y señalando a los animales que nadaban tranquilos sobre la superficie del agua.

- ¿A qué ha venido eso? - preguntó Kate en voz baja

- Lo siento... - dijo mirándola - Siento que te incomode con sus preguntas...

Kate asintió y ambos permanecieron en silencio unos segundos mirando al frente, observando a Alexis y Robby riendo.

- Cuando los dos llegasteis a nuestras vidas... - comenzó a decir él - Todo cambió para nosotros... Sin que me diese cuenta estaba viviendo una rutina, una vida que no era la que quería. Y lo peor era que estaba obligando a Alexis a vivirla, sin darme cuenta que no era feliz. Ni ella, ni yo. Ahora, cuando la veo sonreír, me doy cuenta de todo lo que le he obligado a perderse. Gina y yo la hemos dejado mucho tiempo sola. Ha vivido en una casa dónde lo habitual era el silencio, ninguno de los dos estaba para ella, porque cuando salía del colegio, yo dejaba de escribir, pero siempre tenía fiestas, reuniones, cenas, compromisos...

La sentenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora