Capítulo 30

676 42 4
                                    

N/A:Gracias por los comentarios.


.
Martha se encogió de hombros mirándola.

- Ya te dije que era cosa de los genes.

- Pero...

Martha se levantó acercándose a Kate y Robby.

- Que ambos sentís atracción el uno por el otro, lo veo, puedes saltarte esa parte.

Kate abrió la boca sorprendida por la afirmación de Martha.

- Querida, ver a Richard salir corriendo de su habitación con el pijama a medio poner y persiguiéndote... - dijo sonriendo

Kate negó con la cabeza.

- No era lo que parecía.

- Ya sé, ya sé - dijo Martha moviendo la mano - solo un inocente masaje en la espalda.

Kate asintió.

- Tenía una contractura y yo...

- ¡Querida! - dijo Martha moviendo su cabeza negativamente - No soy ciega.

- Está bien...

Kate cogió aire. Se sentía como uno de sus sospechosos en la sala de interrogatorios.

- Nos atraemos...

- Katherine, esa no era mi pregunta... Ya te he dicho que eso es evidente.

- Me siento un poco incómoda...

- Y yo un tanto decepcionada... - dijo Martha inclinando un poco la cabeza esperando que Kate confesase.

Robby se revolvió en los brazos de Kate.

- Ma...Ma...Ma...Ma

- Al menos alguien aquí tiene las cosas claras... - dijo Martha acariciándole.

- Martha yo...

- Vamos, querida tampoco es para tanto, tengo un hijo, no creo que haya pasado entre vosotros nada que yo no haya hecho antes...

- ¡Por favor Martha! Tan sólo nos hemos besado.

Martha sonrió abiertamente.

- Y dime... ¿Sólo ayer?

Kate negó con la cabeza.

- Bien querida - dijo mientras caminaba a la cocina - entonces va bien.

Kate no podía creer lo que estaba oyendo. Abrió la boca para preguntar pero en ese momento...

- ¿Qué es lo que va bien? -preguntó Richard bajando por la escalera.

- El progreso de Robby - contestó Martha para no incomodar más a Kate.

- ¡Ah! - dijo Richard sin entender nada.

- Será mejor que tomemos ese baño - aseguró Kate dirigiéndose a las escaleras para subir.

- Prepararé la cena mientras vosotros os bañáis y Alexis termina con sus deberes - dijo Richard.

Kate asintió mirando a Martha y subiendo por las escaleras. Martha la siguió con la mirada mientras Richard abría la nevera y comenzaba a sacar cosas.

- Esa chica es adorable.

- Lo sé.

- Y... Dime... ¿Cómo va lo vuestro?

- Bien, su jefe me deja que siga acompañándola hasta que el caso quede resuelto, ya sabes, he utilizado el recurso de tener que documentarme y ha colado. Su jefe parece entusiasmado con mi presencia allí.

La sentenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora