El escritor, sin ningún tipo de delicadeza, paso por encima del cuerpo de ella, despertándola mientras se ponía en pie.
- ¿Qué ocurre? - dijo somnolienta ella.
Richard no contestó, buscó su bóxer y se lo puso de inmediato, yendo a toda prisa hacia su habitación.
- ¿Rick? - llamó Kate sin elevar demasiado la voz para no despertar al pequeño que se removió inquieto.
Kate se levantó, cogió la camiseta del escritor y se la puso, siguiéndole hasta la habitación.
- ¿Qué pasa? - preguntó con los ojos muy abiertos cuando vio como él comenzaba a vestirse.
- ¿Te atreves a preguntarme que qué pasa? - contestó él de muy malas formas.
Kate se quedó helada sin entender absolutamente nada.
- Deberías mirar tu móvil - le dijo mirándola fijamente.
Kate intuyó que algo había pasado con Alexis y volvió de inmediato a la sala cogiendo su móvil y leyendo el mensaje de la chica. Kate no lo pensó dos veces y marcó su número mientras se alejaba hacia la puerta para no molestar a Robby e impedir que Richard saliese.
- ¿Alexis?
- Lo siento Kate, lo siento mucho. Me lo advertiste.
- ¿Qué ocurre?
- Vinieron unos amigos de unos compañeros de clase y trajeron bebida y ahora no quieren marcharse...
- Se irán en seguida. Ve a la puerta y ábrela cuando llamen. Luego te llamo.
Kate colgó y volvió a marcar otro número.
- Ryan.
- Hola Ryan. Tenéis que entrar.
- ¿Qué ha pasado?
- Adolescentes borrachos que no quieren irse.
- No te preocupes. Ahora te llamo.
Ryan despertó a su compañero con un codazo.
- Vamos tío, hay que entrar.
A petición de Kate, ambos habían pasado su noche de guardia frente a la casa de la amiga de Alexis.
Richard salió de la habitación con las llaves del coche en la mano y la furia reflejada en su cara.
- Rick, escúchame...
- ¿No me lo digas? Ibas a contármelo...
- No.
- Al menos eres sincera. Quítate de la puerta, mi hija está en apuros gracias a ti.
- No Rick.
Richard la agarró del brazo intentando separarla de la puerta y sin tener en cuenta que estaba tratando con alguien que se tomaba muy en serio su entrenamiento en autodefensa como policía y que de un rápido giro agarró a su vez el antebrazo de Richard, haciéndole una llave y empotrándole contra la pared.
- Vas a escucharme.
- No me interesa - dijo gesticulando e intentando separar su cara de la pared.
- Lo siento mucho, siento no habértelo contado, pero no me correspondía a mí decírtelo, eso tendrías que hablarlo con Alexis...
- Me has decepcionado...
- ¿Yo? Estupendo... Ya te he dicho que lo siento...
- Tiene catorce años, por el amor de Dios... ¿Cómo se te ocurre dejar que fuese a una fiesta sabiendo que me estaba mintiendo?
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La sentencia
FanfictionLa tragedia de una joven pareja, hace que un juez tome una díficil decisión que cambiará la vida de dos personas desconocidas hasta entonces...