Capítulo 58

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N/E: ¿Estais tod@s preparad@s? Empieza el juicio y os esperan varias sorpresas, la primera en este capítulo, disfrutarlo.

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Richard abrió los ojos y no la vio a su lado. Se incorporó, sentándose apoyado sobre la cabecera de su cama. Habían pasado diez días desde que se casaron y hoy era el gran día. Hoy el juez decidiría si el podían adoptar al pequeño o si la reclamación que hacía su tía paterna era legal y tenía más fuerza que los últimos deseos de sus padres.

Richard prestó atención a los ruidos de su casa. En el baño. Kate estaba en el baño y le pareció que estaba llorando. Se destapó rápidamente con la intención de ir a consolarla, pero paró en seco. Realmente llevaban poco tiempo juntos, apenas seis meses, y si ella se había encerrado en el baño para dar rienda suelta a sus nervios y sentimientos, era mucho mejor que la dejase.

Kate lo estaba pasando realmente mal con todo aquello. Desde el primer momento había tenido claro que quería hacerse cargo del pequeño para cumplir con la petición de su ex novio y esa responsabilidad la estaba matando. Se pasaba el día bastante irascible. Le costaba comer y todo le caía fatal en el estómago. Richard había empezado a cambiarle el café por descafeinado para intentar tranquilizarla sin que ella se diese cuenta. Y por las noches aún era peor, tenía pesadillas que le hacían hablar, moverse y dar patadas. Él no se había atrevido a decir nada sobre sus pesadillas, se limitaba a abrazarla y susurrar en su oído palabras tranquilizadoras.

Minutos después Kate salió del baño y él la siguió con la mirada. O era su imaginación, o ahora que la miraba bien en ropa interior le parecía que había perdido al menos un par de kilos.

- Buenos días detective.

Kate esbozó una tímida sonrisa. Él extendió su brazo hacia ella que se acercó hasta él. Richard la sentó sobre su regazo, abrazándola.

- Cielo... Todo va a salir bien.

- Sé que quieres que todo salga bien, pero no es suficiente con lo que los dos queramos...

- Kate... El juez será justo.

- Es lo que me preocupa Rick... ¿Y si decide que no somos los adecuados? ¿Y si decide que mi trabajo es peligroso y...?

- Kate... Su padre era policía... Además siempre puedes dejarlo...

- ¿Dejarlo?

- Kate, no es necesario que trabajes en homicidios, puedes pedir un traslado...

- Ya... Que tú te ocuparás de nosotros...

Kate hizo ademán de levantarse pero él la abrazó con más fuerza.

- Sabes que no quiero que renuncies, pero si el juez lo cree necesario, también sabes que puedes tener esa posibilidad...

Ella sopesó la idea. No le gustaba que él se lo plantease, pero en el fondo sabía que tenía razón. Tendría que hablarlo con su padre.

- Hablaré con mi padre. Ahora será mejor que nos preparemos...

Richard asintió recibiendo un beso en la mejilla por parte de su mujer que se incorporó para terminar de vestirse.

Mientras Richard se duchaba, Kate fue a despertar al pequeño, que tendría que acompañarles al juzgado, pero cuando llegó a la habitación, Martha se había adelantado y ya tenía vestido al pequeño, al que peinaba con cuidado.

- ¡Martha! No tenías que haberte molestado...

- No es una molestia querida, quiero ir al juzgado con vosotros.

La sentenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora