Corazón de Melón con Fresa (libro #4)

Historias a través de los Tiempos

Recibimos el segundo cumpleaños de Dante con una nevada torrencial. Aprovechamos para hacer un muñeco de nieve y jugar hasta que se perdió el Sol, era la primera vez que mis hijos disfrutaban de la belleza de la nieve e insistían en que la llevemos dentro de la casa para que puedan seguir jugando. Recuerdo que Catrina lloró cuando vio en lo que se esa maravilla blanca y helada se convertía con el calor.

-¡Pero Olaf estaba vivo! -lloraba.

-Pero yo no soy Elsa, mi amor -le dije para consolarla; Kentin no lo pensó dos veces y fabricó un Olaf "no derretible" con algodón y relleno de peluche. Creo que Catrina nunca había estado tan feliz.

Un par de meses después, con la llegada de la primavera, Castiel dio su audición para La Voz, había decidido hacer su propia versión en Metal de Bohemian Rhapsody, esto incluía tanto guitarras eléctricas como baterías y su voz ocupando el lugar de Freddie Mercury. No había querido mostrarnos el resultado hasta el día de la audición, alegando que iba a dejar boquiabierto a más de uno, y que seguro Jex, el juez que se encargaba de la parte pesada de la música, lo iba a felicitar.

Cruzamos los dedos y le deseamos suerte a Castiel, nos sentamos junto con el resto del público y esperamos el turno de nuestro amigo mientras pasaban los concursantes; algunos tenían una voz prometedora y otros eran un auténtico desastre. Finalmente llegó el momento para el pelirrojo, Castiel tomó aire y vociferó.

-Is this the real life?!

Fue automático: me llevé la mano a la cara mientras los hijos de mi amigo se escondían en los asientos, como temiendo que alguien los identificase. Observaba a los jurados; Joy, la cantante de pop, se llevó los dedos a los oídos; el Puma Rodríguez simplemente negaba con la cabeza; Ace Hummer, el rapero puso cara de sorprendido pero Jex no se inmutó para nada, se mantenía serio y con los dedos sobre los labios.

Ninguno de ellos lo eligió y cuando se dieron vuelta, Castiel tenía un terrible semblante.

-Bueno, Castiel -empezó el Puma, yo contuve la respiración pues seguramente iba a ser lapidario con su crítica sin dejar de ser un caballero-. Temo por tu garganta.

El rostro de mi amigo empeoró cuando escuchó eso.

-Está bien -dijo con voz rasposa. Escuché a Nicholas ahogar una risa mientras su hermana lo retaba.

-Eso espero -continuó el Puma-. Quiero que me expliques por qué decidiste esta canción.

Castiel carraspeó un poco, era evidente que necesitaba un poco de agua, uno de los ayudantes se acercó corriendo con una botella; Castiel bebió un sorbo y continuó.

-Es un clásico del rock -respondió, pero Jex lo interrumpió.

-Un clásico. Y acabas de matarlo -dijo mientras lo miraba con incredulidad en sus ojos, el piercing de su labio se agitaba al hablar-. Freddie Mercury debe estar revolcándose en la tumba en este momento.

-Podrías ser un poco más profesional con tu crítica -se le escapó a Castiel pero Jex lo escuchó.

-¿Profesional? ¿Qué quieres que te diga? ¿Que reinventaste a Rapsodia Bohemia, que tu versión sería un éxito de ventas? -dijo el metalero sin dejar de mirarlo con ojos feroces-. No voy a mentirte, hermano. Tu versión da asco, y tu voz no sirve para ser solista, quizás como segunda en un grupo de metal, pero no le veo futuro.

-Jex, creo que deberías calmarte -le sugirió Joy, pero el muchacho no se detuvo.

-¿Cómo puedo calmarme cuando acaban de vender a la obra más hermosa del rock como a una puta barata? -le dijo a su colega.