Eternidad (corrigiendo)

21

Bueno, basta de dramas. Sin tanto pensarlo, estiré el papel y leí la nota. 

«Based on your body language and shoddy cursive I've been reading, Your style is quite selective but your mind is rather reckless...

Anda durante el break de la mañana al muelle número 3. Te espero ahí.»

Y como no bastaba con el trozo de letra de A Beautiful Mess, no había firma alguna en el papel, claro, así era todo más "cursi y misterioso". Si ésta nota era de Niall, pues me sentía bastante desencantada, ¡cómo odio las cursilerías! Y hasta donde lo conozco, no lo imagino siendo así.

 Cuando Toffee estuvo lista salimos prácticamente corriendo a tomar desayuno, porque la señorita atraso una vez más había hecho de las suyas. Brandy nos alcanzó en el camino al comedor, venía toda exaltada y vuelta loca de felicidad. Hablaba muy rápido, pero logré descifrar la parte escencial de toda la sarta de palabras que había soltado: Harry le había pedido una cita.

Aunque había sospechado un par de veces que esos dos podrían gustarse, no me imaginaba que Harry le pediría una cita, ¡menos durante el campamento! Era bastante confuso, porque son muy amigos y, por lo que tengo entendido, lo son hace muchos años, entonces no era fácil diferenciar si esos abrazos que se daban todo el día eran amistosos o tenían alguna otra intención. 

Toffee y yo terminamos gritando y saltando con ella. Seguro parecíamos tres locas que andaban haciendo escándalos raros por ahí. 

Durante el desayuno le comenté a la chicas aquello de la nota y sus reacciones fueron muy distinas una de la otra; Toffee se entusiasmó muchísimo y comenzó a hacer muchas preguntas. Es muy apasionada y ama eso de las notitas de amor - sobretodo si son anónimas -, sorpresas y demases. Brandy, por otro lado se mantuvo serena todo el tiempo.

— Deja de cuestionarte, Key. Por supuesto que es de Niall. 

— ¡Shhh! — Pronuncié con mi dedo frente frente a mi boca, a continuación miré a todas partes y volví mi atención a nuestra mesa. — Los chicos están unas mesas más allá, habla más despacio. — murmuré. 

— Lo siento. 

— ¿Qué tal si fue Megan? — Dijo Brandy al fin.

— ¿Megan? — preguntó Toffee, casi como una burla. — ¿Por qué Megan le escribiría una nota a Key? 

— Porque lleva casi 24 horas sin molestarla. ¿No te parece extraño? — La expresión en su rostro no cambiaba en lo más mínimo mientras hablaba. Y, aunque sonara como una broma, era cierto. Hace casi 24 horas que ella no se ha acercado a mí, ni siquiera la he visto desde que llegamos al campamento, lo cual sí es raro. 

— Interesante. — agregué, pensativa. — ¿ustedes la han visto desde que llegamos? Porque yo no. 

 — Vamos, chicas. Ella no es tan mala, sólo le gusta fastidiar un poco. 

— Ah, Toffee por favor. — Saltó Brandy. — Ya deja de defenderla, ambas sabemos que este año su forma de ser se maximizó e incluso se ha vuelto un poco loca. Ella sí es capaz de hacer eso y más con tal de ridiculizar a Key. 

Toffee suspiró, al mismo tiempo que echaba sus brazos cruzados sobre la mesa y apoyaba su mentón en ellos. — Megan no era tan fastidiosa antes. ¿Qué le habrá sucedido? 

— Ambas sabemos que es un poco superficial... Bueno, bastante. Bastante superficial. — Mi hermanastra y yo asentimos al mismo tiempo. — Lo que sucede ahora, es que apareció una chica sencilla, simpática y bonita que se robó la atención que antes había sobre ella. Y esa chica es la que tenemos aquí en frente. — terminó Brandy, señalándome. 

Solté una risita nerviosa y y bajé la mirada, un poco avergonzada. — Gracias Brandy. 

Las dos sonrieron en silencio. 

— Bueno. — rompí el hielo — ¿Qué debería hacer, entonces?

— Anda. — Respondió Brandy. ¿Y qué pasó con lo de Megan y todo eso? — Es posible que estemos pensando demasiado — Las tres nos reímos, sabiendo que ella tenía razón. ¿Por qué tendría que ser una broma de mal gusto? Quizá era en serio. — De todas maneras se observadora y anda con cuidado, sóoooolo por siacaso. 

— Sí.

Y terminando el desayuno, me apresuré en salir del casino y partir a la zona de los muelles; Mientras antes termine éste trámite, mejor. No es que no pensara que era un "gesto lindo" y todo eso, pero realmente me incomodan esta clase de escenas y lo digo muy en serio. 

Cuando ya comenzaba a ver los muelles desde el lugar donde venía caminando se me revolvió todo el estómago. Ahora que lo pienso, ¡Jamás me había sucedido esto! Y se sentía muy extraño estar yendo a un lugar al que me citaron a través de una nota anónima, por mucho que tenga mis 'sospechas' de quien o quienes pudieron ser los autores, jamás sabré quién realmente la ha escrito hasta el momento en que esté parada justo ahí, al final del muelle y vea llegar a la persona, y pues eso... eso me hacía sentir muy rara. 

Eché un vistazo rápido a todos lados, confirmando que no había absolutamente nadie y comencé a caminar hacia el muelle, la ansiedad me comía por cada paso que daba y sentía que me hacía más pequeña cada vez. Finalmente me subí y seguí avanzando, mientras intentaba controlar a mis pies torpes sobre las viejas tablas de madera. Al llegar al final, me senté en la punta. 

Mi cabeza estaba completamente confundida, primero, porque no dejaba de pensar mil y una barbaridades, imaginando distintos posibles escenarios y, segundo, porque a ratos me ponía nerviosa al punto de que mis manos temblaran, pero luego me sentía tonta por permitir que una situación tan tonta como un juego de niños me hiciera volverme loca. Lo que podía rescatar de todo eso, era la posibilidad de tener un rato a solas con esa hermosa vista del lago prácticamente sobre mí, el sonido del agua y el poder jugar con mis pies que colgaban de la gran plataforma de madera.

Al fin sentí unos pasos detrás de mí y, sin alcanzar a voltearme, sentí un par de manos frías posarse sobre mis ojos. Mierda.

Este no es Niall.