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—Siento que estoy viviendo mucho más ahora que antes —Musité. Mi cabeza subía y bajaba por cada respiración que daba Niall, su corazón ya se estaba relajando, al igual que el mío. 

Soltó una risita y su torso, aún desnudo, se agitó, moviendo mi cabeza aún más. —¿Tengo que pensar que es gracias a mí? 

Me acomodé con mis brazos sobre su pecho para poder mirarle la cara. —Bueno, tu tienes un gran porcentaje de las razones por las que sigo aquí. —Sus mejillas adquirieron un leve color rosado, haciéndome reír. —Qué, ¿No lo sabías, acaso?

Depositó un besito sobre mi mejilla. —Sí, preciosa. —Y luego otro sobre mi boca. 

Sonreí y volví a mi posición anterior, cerré mis ojos, suspiré, entonces recordé de pronto que aún no me decía por qué no estaba en la escuela a esa hora. 

—Hey. —Exclamé, pero sin salir de mi estado puro de relajación. —Aún no me has dicho por qué estás aquí un Martes a esta hora. 

—Vale, pensé que lo olvidarías. —Respondió Gracioso. Levanté mis cejas, orgullosa de mi buena memoria. —Pues quería verte y vine. 

—No es cierto —Reí, sabiendo que no era posible salir del instituto sin tener una buena razón para hacerlo. 

—Bien, bien. Déjame pensar en una mejor excusa. 

—Deja de bromear, señor gracioso —Insistí, todavía tentada de la risa. —¡Dimelo!

Dejó su sonrisa y carraspeó con la garganta, luego me miro a los ojos. —Nada, es sólo que Will tenía cosas que hacer y alguien debía quedarse contigo. —¿Eso era todo? —Bueno y tienes que ir a la quimio hoy. 

—Me imaginé que tenía algo que ver con la quimio. —Me quejé, moviendo mi cuerpo hacia el lado contrario de donde se encontraba él. 

—Vamos, amor. Yo estaré ahí haciendo el payaso para que no te aburras. —Se dió vuelta tambien y apoyó su mentón sobre mi hombro. 

—Tonto. —Dije, sin poder evitar reírme un poco. —Papá confía mucho en tí, ¿no?

Niall se quedó en silencio un momento, entonces me volví hacia él. —Supongo. —Se encogió de hombros y me miró también. —¿Por qué la pregunta?

—Porque podría haber enviado a Mike a cuidar de mí, o a Mimi. Sin embargo siempre te lo pide a tí antes que a ellos.

Una media sonrisa se dibujó en su rostro. —Bueno, en realidad estamos hablando de su única hija... me imagino que si me llama a mí, es porque confía en mí. No lo haría si no lo hiciera. 

Por la forma en que sonreía, supongo que se sentía bien al darse cuenta de que en realidad Will sí confiaba mucho en él. No parecía haberlo pensado antes, pero ahora se le veía felíz, orgulloso, no lo sé. De todas formas se merecía todo el cariño y confianza que papá le tenía, despues de todo lo que ha hecho por nosotros y sobretodo por mí. 

—Bueno, bueno, bueno. Es hora de levantarse. —Dijo de pronto. De inmediato me metí entremedio de las sábanas y me cubrí la cara con una almohada.

—¡No! —Exclamé contra ella.

—¿Que no? —Preguntó. No sé que estaba haciendo, pero toda la cama comenzó a moverse. —¿Escuché un no? —Si estaba hablándome así es porque algo estaba planeando y definitivamente no sería bueno para mí. 

Sentí todas las sábanas y cobijas arrastrarse hacia atrás con brusquedad. De inmediato me quité la almohada de encima y Niall se abalanzó sobre mí para hacerme cosquillas por todas partes. —¿No vas a levantarte? —Preguntaba entre mis carcajadas y convulsiones.

Eternidad (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora