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— ¡Toff, espera! — Exclamé desde lejos, mientras trataba de alcanzar a Toffee, que ya se estaba subiendo al bus, pero con un bolso que era casi de mi porte no era nada fácil ir rápido. 

— ¡Boo! — algo me empujó de pronto, al mismo tiempo que unos brazos me afirmaban por la cintura, de manera que perdí el equilibrio, pero no caí al suelo. Era el perfume de Niall.

— ¡Niall! 

— Hola. — sonrió y besó cada una de mis mejillas. — déjame ayudarte. — me quitó el bolso de las manos y se lo echó sobre la espalda con mucha facilidad. — Te ves mucho mejor, ¿eh? ¿te sientes bien? — puso su mano sobre mi frente, haciéndome parar en seco.

Puse mis ojos en blanco y suspiré, graciosa. — Vamos, Niall. Ya pasó una semana, claro que estoy bien. — Con mis dos manos traté de quitar la suya de mi cara y logramos sguir caminando. 

Una vez arriba del bus busqué a Toffee con la mirada y ya estaba sentada junto a Liam.

Traidora, pensé.

Miré por Harry, pero estaba con Brandy y.. bueno Megan junto a Johanna. Tampoco es como si pretendiera sentarme con una de ellas.

Cuando me volteé, Niall ya estaba sentado del lado de la ventana y me miraba, como esperando a que tome el asiento de su lado. ¿Por qué no habia pensado sentarme con él?

Sin pensarlo dos veces, me dejé caer en el asiento y Niall inmediatamente pasó su brazo por sobre mis hombros y me acercó a él. Por supuesto, todo dentro de mí enloqueció por completo. Su olor se impregnó en el aire que me rodeaba, provocándome suspirar un millón de veces. Miré hacia arriba, en busca de sus ojos y, ahí estaban, esperándome. 

Me sonrió y yo le respondí. 

De pronto pareció salir de un trance. — ¿Música? — preguntó, sacando un par de audífonos de su bolsillo. 

— Claro. — Los conectó a su teléfono y presionó un par de veces en la pantalla. 

La voz de Jason Mraz comenzó a sonar. Ah, me encanta.

Abrí los ojos cuando comencé a sentir un par de dedos tocándome la cara con torpeza. Los grandes y azules ojos de Niall estaban sobre mí, entonces soltó una risita y me guiño un ojo. Diooooosssssss, porfavor, haz que se detenga. 

— Ya llegamos, dormilona. —  Sonreí, me estiré y respiré profundo. Ya. 

Al salir del bus me encontré con el paisaje más hermoso que he visto jamás. Había arboles por doquier, además de un viejo muelle de madera y, por su puesto, el lago; cristalino, azul oscuro, lleno de vida y con esos pequeños destellos que se forman sobre las ondas por el reflejo del sol. El aire se sentía distinto, era como liviano, agradable y corría una brisa tibia que hacía que las hojas de los árboles chocaran entre sí, provocando un sonido tranquilo y relajante. 

— Wow. 

Alguien pasó por mi lado, pasando a llevar mi hombro.

— Estorbas. —  Murmuró Megan. Por supuesto. 

Sin embargo, últimamente mantenía más distancia y, cuando me decía cosas, jamás era en voz alta. Pareciera que ya no quiere que el resto de las personas se entere de que me odia, o algo por el estilo. Ahora es sólo entre ella y yo, lo cual lo hace más interesante. 

Creo.

En el instante en que dejé de mirar a Megan para seguir con mi camino, me di cuenta de que un chico había presenciado el pequeño empujón, el murmuro y las miradas de odio que nos habíamos dedicado la una a la otra. Es un chico es de la sección paralela a la mía, jamás he hablado con él en mi vida, ni siquiera sé como se llama, pero si lo había visto antes. Cuando lo miré, él de inmediato se dio vuelta y comenzó a hacer cualquier cosa, excepto mirar de nuevo hacia mí. 

Seguí con lo mío. Fui a la parte trasera del bus a retirar mi bolso, pensando en alguna forma de trasladarlo hasta la cabaña que me asignaron - sí, la última -, sin morir en el intento.

... Ni perder la dignidad. 

— Déjame ayudarte. — Un par de manos color canela tomaron el mango de mi bolso. Llevaba un par de pulseras de tela gastada en sus muñecas.

— Gracias, no te molestes. — En cuanto lo vi, me di cuenta de que era el chico que había estado mirándonos a Megan y a mi antes.

— Claro que no me molesta. — Sonrió. Sus ojos castaños se achinaron y se formaron pequeños hoyuelos a cada lado de su boca.  Wow.


Eternidad (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora