Eternidad (corrigiendo)

35

—Salí con mi papá. ¿Qué tiene que ver eso?

Niall se rió casi para si mismo y respondió: —No importa. ¿Y cuál fue la razón de golpear al idiota de Hornmann en la cara? —Preguntó, cambiando de tema. Buena jugada, Horan.

—Por ser un idiota sin remedio.

Se puso de espalda a mí y se dejó caer sobre mis piernas, suspiró y me miró desde abajo. —Muero por saber qué pasó entre ustedes. —Dijo de pronto, sin quitarme la mirada de encima.

Sentí cómo la temperatura se apoderaba de mi rostro y no supe dónde esconderme. 

—Ah... —Di algo inteligente, Keyra. —En realidad no pasó nada.

Enarcó una ceja y se formó un signo de pregunta gigante en su expresión. —¿Cómo no?

—¿Cómo fue que te enteraste? —Pregunté yo ésta vez.

—¿Podrías dejar de responder con más preguntas? —Se rió. Me gusta que se tome las cosas a la ligera y podamos hablar de ésto sin tensiones. A pesar de que a mí me avergüence muchísimo, creo que el está tranquilo y en serio quiere darme la oportunidad de explicarle todo.

—Bien, bien. Sólo quiero saber eso, luego puedes hacerme todas las pregunta que quieras y responderé absolutamente todo. 

—Bien, bien. Es un buen trato. —Dijo, mirándome conforme. Espero no arrepentirme después. —Me enteré por rumores. Oí a Megan hablandole a Harry sobre tí, me acerqué, sabiendo que probablemente estaría diciendo barbaridades, como siempre. Entonces traté de defenderte y ella salió con eso de Matt, dijo que era una lástima que siendo mi novia no me dijeras lo que hacías... —Su rostro ya no se veía tan contento... ahora miraba hacia abajo y estaba más bien serio, lastimado, no lo sé. Pero me provocaba querer besarlo y abrazarlo y decirle que no quería hacerle daño jamás. —De todas maneras le dije que lo que decía era una estupidez del tamaño de un buque y que se dedicara a hablar de alguien más que no fueras tú. Pero estaba decididio a preguntartelo luego y bueno... sabes el resto. —Volvió a mirarme y tomó aire despues de mucho hablar.

—No puedo creer que le hayas dicho eso, aún teniendo dudas. —Me he perdido al chico más bueno de toda la Tierra, joder.

Sonrió y me quitó la mirada de encima. Sentía su cabello sobre mis manos y se me iban de sólo querer acariciarle la nuca. —No es nada. 

Nos quedamos un rato en silencio, pero no se sentía incómodo ésta vez. Tenía tantos pensamientos en la cabeza que casi no me daba cuenta; él, Hornmann, la lecucemia, Mimi que en cualquier momento me llamaba con ataque al enterarse de todo, la preocupación de Will, el miedo que siento por eso de la operación, no lo sé... simplemente son muchas cosas. 

—¿Piensas en mí aún? —Preguntó de pronto. Sabía que me arrepentiría de responder todo lo que Niall preguntase.

—Sí. —Una vez más sentí cómo me ardían las mejillas al punto de explotar. —Y me arrepiento mucho de no haberte dicho todo desde un principio. —¿Qué rayos me pasa? Sentía que las palabras salían de mi boca, como si algo me hiciera ser cien por ciento sincera sin que yo lo quisiera.

—¿Cómo fue? —Interrogó de nuevo.

—Bien. —Suspiré, preparándome para explicarle todo. —El día en que llegamos a la playa, todos nos bajamos del bus y tú y Toffee desaparecieron al segundo. Mathias me estaba mirando a lo lejos desde el momento en que me bajé del bus, luego me ayudó con mi mochila y la acarreó hasta mi cabaña. Todo el tiempo fue lindo conmigo y se preocupaba de todo, luego apareció por la noche, cuando nosotros estábamos en el agua, ¿lo recuerdas? —Nill sólo asentía con la cabeza y me miraba concentradísimo. —Bien, despues de eso volvió a buscarme y continuaba apareciéndose por donde yo estaba, hasta que un día me citó en uno de los muelles, estábamos sólo hablando, en realidad yo no tenía ninguna intención de ser algo más que su amiga. Lo Juro. —Dije, poniéndome la mano en el pecho. —Pero él trató de besarme. En ese momento me fui de ahí y lo evité por el resto del campamento, hasta hoy, que derechamente lo golpeé y espero que con eso desaparezca definitivamente. —Suspiré después de tanto hablar y agregué una última cosa: —Sé que puede ser un poco difícil de creer. Quiero decir... pareciera que realmente él es el malo de la película y yo la víctima. Pero es que jamás quise besarlo ni nada de eso. Estaba preocupada de alguien más. —Terminé, evitando mirarlo directo a los ojos. 

—Te creo. —Habló despacio. Lo miré y me encontré con sus ojos sobre mí. —Quizá tu versión sí suena muy acomodada para tí. Pero yo te creo. 

—Gracias. —Sonreí. —En serio, gracias. Dudo que me importe que me crea alguien más que no seas tú. 

Sonrió, sin dejar de mirarme ningún segundo. —Yo también pienso en tí. —Dijo de pronto.

¿Lo dijo? ¿Dijo que piensa en mi? ¿Lo dijo en serio? 

—¿De verdad? 

Se incorporó, quedando sentado frente a mí. —No te imaginas cómo he tratado que sacarte de mi cabeza. Y lo digo en serio. 

Miré al suelo, a mis manos que no dejaban de juguetear con el pasto y sonreí tan grande como mis pómulos me lo permitían. Volví a mirarlo y me acarició una mejilla.

Sus ojos estaban más vivos que nunca, azules, brillantes, su sonrisa era perfecta, sobretodo cuando decía cosas como esa. Y su pelo estaba especialmente desordenado, aunque muy atractivo hoy. No sé si estaba pensando todo esto por lo que acababa de decirme o si simplemente era así.

—Eres lindo. — solté, casi sin darme cuenta.

—Quizá deberíamos intentarlo de nuevo. Ahora que todo está claro. —No esperaba una propuesta como esa. Y aunque me hacía muy felíz, no sabía si sería una buena idea.

—Pero todos creerán que eres un tonto por estar conmigo apesar de todo. —Me lamenté. —Dirán muchas cosas de nosotros.

—¿A ti te importa?

—A mí no. Pero hablarán de tí... —Cuando digo que sólo me preocupa que hablen mal de él, lo digo en serio. No me importa que digan mil cosas sobre mí, que inventen rumores, que creen una mala imagen de mí... todo eso me da igual. Pero no quiero que le hagan daño a Niall, no quiero que él se entere de rumores crueles sobre él, o que las personas piensen que es un tonto, o lo que sea... No quiero que nada ni nadie le haga mal.

—No me importa. —rió. —Key, quiero estar contigo. Todo esto ha sido una tontería... además me importas tú, nosotros, pero ¿el resto de la escuela? ¿A quién le importa un montón de personas que no tienen nada más que hacer que hablar de la vida de otros?

—Tienes razón. —sonreí. —Bien, comencemos de nuevo.

—Bien.

—Bien. 

A los dos se nos escapó una risa, qué dialogo tan tonto.

—Esto es tonto. —Comenté

—Ven aquí. —Con una mano me tomó de la nuca y me acercó a él para besarme una vez más. —Te quiero, tonta. 

—Yo también. —Volví a acercarme y lo besé de nuevo. 

Es bueno comenzar desde cero. Ojalá los momentos pudiesen comenzar desde cero también, o los errores...

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Hola, hermosas! Me hace tan felíz que comenten<3 jeje! Y qué bueno que les esté gustando la novela, me siento cada vez más inspirada! 

Al fin arreglaron todo estos malditos<3 Así me gustan, juntitos. Escribí esto escuchando Firefly de Ed Sheeran, si la leen escuchándola, quizá se sientan como yo al escribirlo (?).. bah, en realidad no lo sé jajaj pero en fin. La canción es buena, eso es todo :D

-Eff.