Capitulo dieciocho

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6 meses después.

Amellie

Cuando las manos de Gael se posan en mi cintura, listas para deshacerse de mi ropa, lo detengo y me siento en la cama. Podemos llevar treses meses de novios, pero aquello no significa que aún me sienta prepara para hacerlo con alguien más. Aunque tampoco es como si el supiera que ya he tenido mi primera vez. Le escucho resoplar y seguidamente se sienta junto a mí.

― ¿Por qué no, Am? ―cuestiona haciendo una mueca.

―Mi mamá, esta abajo. ―mi excusa es estúpida. Gael se ha quedado aquí durante tres días, debido a que papá, no está y quisiera que mi mamá, se hubiese negado a aquello.

― ¿Cuántas veces te diré que te tratare de la mejor forma? No debes estar nerviosa, hay una primera vez para todo.

―Si lo entiendo, solo que aún no quiero. Es mejor que regreses a tu casa, mi padre debe estar por llegar. ―le doy un beso en la mejilla y el sin protestar al respecto, toma su bolso y bajamos juntos.

Nos encontramos con mamá entrando junto a mi tío Fabrizzio a la casa, el cual frunce el ceño de inmediato al ver a Gael, con un bolso colgando de su espalda.

―Gracias por todo, Beth. Adiós Am.―dice Gael con una sonrisa, besa mis labios levemente y mamá, solo asiente tomando asiento en el sofá para seguir trabajando en su computadora.

― ¿Desde cuándo dejas que el novio de tu hija se quede aquí? ―cuestiona mi tío totalmente extrañado. Siento que habrá una conversación incomoda.

―No es como si Amellie fuera hacer algo que no ha hecho antes. ―contesta mamá, despreocupada y los ojos de mi tío se abren muy grande mirándome, antes de comenzar a reír.

― ¡Mamá, por dios! ―exclamo horrorizada, completamente roja.

― ¿Debería empezar a regalarte sexy ropa interior? ―Fabrizzio mueve sus cejas de arriba abajo, provocando que ella ría.

― ¿Por qué no tengo una familia normal? ―ruedo los ojos y dejándolos solos para reírse de mí en la sala, subo a mi habitación.

Abro mi computadora para seguir haciendo el trabajo de biología. Estoy por fin terminando este año escolar y me estoy volviendo loca, con las aplicaciones a la universidad, mis actividades extracurriculares, y con el intento de mantener mi vida social.

Las cosas en casa en los últimos seis meses, no han mejorado en lo absoluto. Las cosas con mi hermano tampoco, apenas hablamos entre los dos ya que ahora quiere estar todo el día con sus amigos. Quise hablar con mamá de aquello, pero cuando lo intenté, había peleado con mi padre. Acerca de aquello, ahora papá, viaja más de tres veces al mes, o trabaja horas exageradas lo cual no me permite verlo ni unas dos horas.

Y por si no fuera más que mi corazón se encontrara roto, durante todos estos meses también tengo problemas familiares, así que, en realidad, aun me pregunto cómo sigo respirando. Durante los primeros tres meses, llore, no hablaba con absolutamente nadie además de Channelle o las otras chicas y decidí decirle a Gael que me dejara sola, porque lo necesitaba. Él no lo entendió, tampoco le di alguna explicación. Pero acepto, y después solo tome la decisión de estar con él, aunque el primer mes de novios, lo único que me pasaba por la mente era Alessandro. No es como que ahora aquello no suceda, tal vez esa es la razón por la cual no quiero hacer algo más con Gael y la razón por la cual miento cuando le respondo que también «lo quiero». Es una completa mentira todo.

No he hablado aun con mi papá, acerca de Harvard. No sé cómo hacerlo, y la respuesta llegara en unas semanas, o pocos días. Sé que la idea no le gustara. Ya es suficiente con que haya aceptado por fin quitarme el localizador del brazo. Y aquello me recuerda el pésimo cumpleaños que pase, porque esperaba una felicitación de él, luego de recibir la de Annette, pero nunca llego y aquello me devasto, me hizo entender lo mucho que me odia. Y tiene razón, por más que sea yo la que salió lastimada. No tiene sentido.

Same Old Shadows.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora