Alessandro
—No sabes lo agradecidos que estamos de que hayan podido hacer los cambios a tiempo.—dice Olivia mientras me extiende una cerveza.
Sonrío.
—No hay de qué, nuestra intención siempre será que los clientes queden conformes y felices, después de todo es el lugar donde vivirán, no es cualquier cosa. La idea es que siempre despierten felices de estar en casa.—digo antes de darle un sorbo a la botella.
—Han hecho un trabajo excelente, y en tan poco tiempo, no pensé que todo estuviese listo en tan solo dos meses.—dice Noah mientras abraza a Olivia por la cintura.
Hace dos días se han mudado y han inaugurado su nueva casa, y nos han invitado a Aidan, Natalie y a mí a un almuerzo como agradecimiento por todo lo que hicimos. No puedo negar que esta obra fue un dolor de cabeza, pero después de todo valió la pena al ver sus rostros de felicidad cuando les mostramos todo.
—No sabes lo feliz que me hace saber que les ha gustado.—dice Natalie, la diseñadora de interiores que también está asociada con nosotros.
Ella nunca se involucra en las casas cuando aún están en obra, espera a que todo esté listo para decidir cómo y donde acomodar los muebles y todo lo demás.
—Tu trabajo ha sido una maravilla, tienes un gusto espectacular.—dice Olivia con una gran sonrisa.
—Bueno, el almuerzo ha estado excelente, de verdad muchísimas gracias.—dice Aidan antes de beber de su cerveza.
—No hay de qué, además, les hemos llamado porque tenemos unos amigos que han quedado encantados con la casa y justamente quieren construir dentro de poco.—dice Noah.
Nosotros tres nos miramos y sonreímos ampliamente.
—Será un placer ayudarles.—dice Aidan.
—Quieren una casa cerca de aquí, al igual que nosotros necesitan comenzar de cero, no quieren algo ya hecho porque se han mudado más de tres veces debido a fallas en casas ya fabricadas.
—Puedes darles nuestros números con toda confianza.
—Me preguntaba si tenían alguna tarjeta de sobra, a lo mejor otros de mis socios quieran contratarlos pronto.
—Claro, aquí tienes.—digo sacando unas cuatro tarjetas con nuestros números para dárselas a Noah.
Él las toma con una sonrisa y las guarda. Me hace feliz saber que tendremos nuevos proyectos dentro de poco.
—Lo que debes saber es que no estaremos disponibles este fin de semana.—digo en tono de disculpa.
—¿Ninguno?—pregunta extrañado.
—Mi hermana se casa y nos han invitado a ambos, es en Italia así que nos tomará un par de días regresar.
—Ah, comprendo, no importa.—hace un gesto con su mano para restarle importancia.
Sonrío y vuelvo a beber de mi botella. Así pasan unas tres horas luego del almuerzo en las que hablamos de cualquier otra cosa y cada cierto tiempo nos dan las gracias de nuevo por todo lo que hicimos con su casa.
Al salir de la propiedad de los Lane nos despedimos con amabilidad. Natalie también se despide de nosotros y camina hacia su auto, mientras que Aidan y yo entramos al suyo.
—¿Cómo se supone que estoy invitado a la boda de tu hermana si ni siquiera la conozco?—pregunta al poner el auto en marcha.
—Eres mi amigo, es suficiente para que vayas.—me encojo de hombros.
ESTÁS LEYENDO
Same Old Shadows.
General FictionCuando tienes un pasado oscuro, lleno de dificultades e historias que no te apetece contar, es muy difícil que no tengas sombras presiguiéndote por el resto de tu vida. Cuando intentas cortar los problemas de raíz, muchas veces sólo logras meterte...