Capítulo cuarenta y uno

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4 días después

Alessandro

Suspiro antes de abotonar mi camisa negra frente al espejo de mi habitación. Luego de todo lo que pasó, estuvimos por dos días en el hospital esperando a que nos estabilizaran. Yo estuve sedado la mayor parte del tiempo debido a que casi tuve una crisis nerviosa.

Trago saliva con fuerza ante el nuevo nudo que se forma en mi garganta. Hubiese preferido ser yo quien muriera para no tener que pasar por esto. La vida no será la misma sin mi tío.

Cuando todos pudimos salir del hospital, hemos vuelto a Nápoles para organizar el funeral con los amigos cercanos de la familia. Papá está destrozado, nunca le había visto de esta forma y me sorprende debido a la lejana relación que llevaba con mi tío.

Pero después de todo, era su hermano.

Miro mi reflejo y solo siento ganas de partir el espejo, nada es justo. Primero llegar a la decisión de sacar a todos de mi vida, incluyendo a Amellie, y luego enterarme de esto.

Al pensar en ella el nudo en mi garganta se hace más grande, luego de salir de la cueva no la he visto más, pero sé que estará en el funeral porque he escuchado a papá hablar con Grant.

Vuelvo a suspirar antes de acercarme a mi escritorio y veo las palabras para mi tío. Mamá me ha dicho que debo darle mi último adiós aunque no quiera, yo era prácticamente su hijo. Sin embargo, no he podido escribir más de tres líneas porque aún no asimilo que son para él, no puedo aceptar que ya no estará.

Tocan la puerta y voy a abrirla, encontrándome con los ojos llorosos de mi hermana. Tiene las manos y el hombro vendados, no se encuentra del todo bien pero debemos hacer esto. Me abraza y yo le correspondo con suavidad.

—¿Estás listo?

—Nunca podría estar listo para esto, Ann.—digo separándome.

Ella limpia sus lágrimas y asiente. Salgo tras ella luego de tomar la chaqueta de mi traje y al bajar nos encontramos con mamá, toda vestida de negro con unos grandes lentes de sol que cubren sus ojos, al igual que papá, el cual camina con demasiada dificultad. No sé qué ha pasado entre ellos, pero sé que no están bien luego de todo.

Y sería el colmo que lo estuviesen.

Todos guardamos silencio y entramos al auto. Aprieto la mandíbula cuando salimos de casa, para evitar llorar de nuevo. No quiero hacer esto.

~~~

Más de cincuenta personas nos encontramos en el funeral, pero no logro detallar quienes son, ni siquiera cuando vienen a abrazarme para darme sus condolencias. Solo me quedo mirando a la nada, mientras los amigos de mi tío dan palabras de adiós para él.

Mamá solloza y Beth le abraza, no ha querido estar cerca de papá y lo entiendo. Amellie solo se acercó a abrazarme levemente y luego se quedó junto a Grant.

—Vienes tú, cariño.—me susurra mamá.

Levanto la vista y el hombre que habla en el pódium se baja. Suspiro, no quiero hacer esto, pero mi tío lo vale. Me levanto y lentamente me dirijo a donde debo. No he traído lo que escribí, porque no era nada concreto, decidí decir lo que salga.

Aclaro mi garganta por el nudo que se forma y suspiro de nuevo.

—No sé como hacer esto, así que solo diré que mi tío fue una de las mejores personas que jamás conocí. Sé que muchos dicen lo mismo, pero pocos realmente lo conocían, él prácticamente fue mi padre y no puedo asimilar que ya no está conmigo.—hago una pausa debido a las ganas de llorar.—Toda la vida fui su tormento, le daba dolores de cabeza mientras él solo me hacía sonreír, y nunca me perdonaré no haber estado ahí para él cuando más me necesitaba.

Same Old Shadows.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora