Capitulo veintisiete.

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Alessandro

—¿Amellie?—hablo al teléfono y cuando se queda en silencio por un segundo y vuelve a estallar en un llanto, mi mandíbula se tensa. Joder. Me acerco a Giuliana rápido y beso su mejilla. —Hablaremos luego, es importante.—digo apartando el teléfono y ella no hace nada más que asentir y salir de la habitación. —Amellie.

—Perdón, en verdad necesitaba hablar contigo.—habla como puede y me siento en la cama para prestarle atención e intentar entender la situación. —Si no quieres hablarme lo entiendo, pero, ¿estaría bien si me escuchas?

Suspiro cerrando los ojos. Ella piensa que la detesto, y después de lo que sucedió en realidad no quería saber nada de ella, pero siempre me importara, no importa lo que pase.

—¿Que ha pasado?—cuestiono serio y se queda en silencio, tal vez intentando tranquilizarse.

—Estoy en un hotel con mamá y mi hermano. Nos hemos ido de la casa.—otro silencio, sé que esta conteniendo sollozos.—Todo estaba bien y al llegar a casa me encontré con papá sosteniendo a mi mamá contra la pared con fuerza, pareciera que le fuese a golpear. Ella estaba llorando y de un momento a otro nos fuimos, ni siquiera se la razón de todo aquello.

—Joder, Am.—suelto una respiración. No puedo creer que sus padres haya llegado a este punto. —Pero no le ha hecho nada, ¿cierto?

—No, pero si no hubiésemos llegado no sé que pasaría. Alessandro esto es un desastre, se van a divorciar, lo sé y no es lo que me molesta. Nunca había visto a mi padre con tanta ira, al punto de pensar en hacerle daño a ella.

—Deberías hablar con tu madre, Am. No frente a Ashton, a solas. —aprieto los labios y ella vuelve a sollozar. Maldición, detesto oírla tan destruida. —Todo estará bien, ¿vale?

—Tal vez lo este, pero no sé cuánto tiempo tomará. Nos hemos ido de la casa, sin absolutamente nada, ¿entiendes lo grave que es esto?

—Lo sé y quisiera estar allí para darte mi apoyo, pero por ahora solo quiero que te tranquilices porque detesto escucharte así. —suspiro.—Am, y sobre todo, no dejes de comer, ¿vale?

—Gracias. Solo necesitaba escuchar tu voz.—ella dice al fin y no me deja responder porque coloca fin a la llamada y cuando intento contactarla de nuevo, ha apagado el teléfono.

Me recuesto en mi cama y tapo mi rostro con mis manos exasperado. Quisiera estar con ella, quisiera abrazarla y convencerla de que todo estará bien. Pero por desgracia, se encuentra al otro lado del mundo.

Tomo mi teléfono y decido marcarle a mamá, porque la mayoría de las veces cuando sus padres tienen problemas, también lo tienen los míos y aunque esté más que feliz de no estar en casa, me preocupa el bien estar de mi madre.

Ella contesta minutos después pero su voz se excuso extraña por más que trate de ocultarlo y ahí entiendo que algo también ha pasado en casa.

—Hola mi cielo, ¿como estas? —dice fingiendo felicidad. Joder, conozco a mamá, se cuando ha peleado con mi padre.

—Llame para ver si todo estaba bien en casa.

—Si, todo bien, ¿por qué pensaste lo contrario?

—Mamá no mientas, acabo de colgar el teléfono con Amellie y se encuentra en un hotel junto a su mamá sin explicación alguna. Y cuando Beth y Grant tienen problemas, ustedes también.

—Nada de lo que preocuparse cielo, todo está bien. Solo una pelea más, ¿vale? ¿Como está Amellie?

—Mamá, ¿que ha pasado?—me mantengo en el tema porque ella intenta evitarlo. Suelta una respiración.

Same Old Shadows.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora