Sonó la alarma, pero no la mía, fue la de Carrasco que tenía que ir al entrenamiento.
Suspiré y me giré a verle. Todavía dormía como un bebé. Me acerqué y le fui dando pequeño besos en los labios hasta que se despertó.
—Vamos. Tienes que ir al entrenamiento —susurré.
—No quiero —susurró abriendo los ojos.
—O sino, no llegamos nunca. Levántate —dije empujándole.
—Vale, vale —susurró bostezando.
Se levantó de la cama y yo también. Bostecé y me estiré.
—Vamos a desayunar —dije dándome en el culo.
Sonreí y bajamos abajo. Entre los dos preparamos tostadas, un vaso de leche para los dos y zumo de naranja.
Al cabo de unos minutos terminamos. Subimos arriba y entré en mi habitación.
Me desvestí y me puse un top deportivo gris y encima un crop top negro. Luego unos pantalones cortos ceñidos a mis piernas y unas deportivas negras de Nike.
Caminé hasta el baño y me lavé la cara. Me eché un poco de corrector y no me hice nada más. Me hice una coleta alta en el pelo y ya estaba preparada.
Caminé hasta la habitación de nuevo y cogí una mochila pequeña, donde guardé mi móvil, dinero y las llaves de casa.
Me colgué la mochila al hombro y salí, justo cuando Carrasco salía de su habitación. Me miró de arriba abajo.
—¿De qué vas vestida? —preguntó.
—Voy deportista —reí.
—¿Vas a correr con nosotros?
—Puede ser, ahora nos vamos.
Bajamos abajo y salimos de casa. Salimos del edificio y nos montamos en el coche. Y nos pusimos rumbo al lugar de entrenamiento.
*****
Estábamos parados en un atasco. Miré la hora en mi móvil inquieta. Eran las nueve menos cuarto, y no sé si íbamos a llegar.
—¿Un atasco? ¿En serio? —dije irónica—. No sé si vamos a llegar.
—Tranquila —susurró mordiéndose las uñas.
—Vamos a llegar tarde al entrenamiento —susurré—. ¿Qué podrá hacerte Simeone?
—Relájate —puso su mano en mi muslo.
—Te podrá a correr por todo el campo hasta que te canses o puede que te ponga a hacer estiramientos hasta que estés flexible.
—¡Ya! —gritó asustándome.
Me quedé callada y le miré.
—Lo siento —susurró—. Me estabas poniendo nervioso.
—L-lo siento —susurré.
Cogió mi mano y entrelazó nuestros dedos. Empecé a jugar con sus dedos mientras miraba el tráfico. Había tres carriles y nosotros estábamos en el del medio. Estábamos rodeados de coches, literalmente. Nos movimos un poco y el coche avanzó hasta que no pudo más.
Suspiré y besé su mano.
Íbamos a llegar tarde, y ya está.
Estuvimos en ese atasco como veinte minutos, y no exagero; miré el reloj cada dos por tres. Suspiré y sonreí. Eran las nueve y cinco. Carrasco condujo a toda velocidad por toda la autopista hasta llegar a las salida que había que coger para llegar al lugar del entrenamiento, que era Cerro del Espino.
![](https://img.wattpad.com/cover/73432409-288-k980288.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Amor por el fútbol 〈Yannick Carrasco〉
FanfictionSilvia Corberó, una fotógrafa humilde y sin mucho que contar. Con 19 acabó la carrera de fotógrafa, y compró una pequeña tienda en el centro de Madrid, y empezó a trabajar. Ella no esperó que se enamorara por ir a un partido de fútbol. Por...