"Capítulo 55"

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Varios días después (26 de junio, 13:00)

Me encuentro caminando con Bea y Erika por Sol.

—¿Y la Eurocopa? ¿Con quién vais? —pregunté.

—Yo voy con España. Si pierde, pues con Francia —respondió Erika.

—Por tu novio —dijo Bea.

—Tú vas con España porque también está tu novio —replicó Erika.

—Sí. Y también porque es España. ¿Tú con quién vas? —las dos me miraron.

—Primero con España, después con Bélgica y por último con Francia —respondí.

De pronto, me entró una arcada.

—¿Estás bien? —preguntó Erika.

—¿Podemos ir algún baño? —susurré con otra arcada.

Me llevaron de la mano hasta una cafetería y me llevaron al baño.

Me entró una arcada y vomité en el lavabo. Erika me sujetó el pelo.

A los minutos acabé y me limpié con el agua.

—¿Estás mejor? —preguntó Bea.

Asentí y suspiré. Llevo sintiendo estos vómitos y estas arcadas desde hace un par de días.

—¿Puedes estar...? —comenzó Erika.

—¡No! —grité.

¿Puede que estuviera embarazada? ¡No! Una chica de 20 años con un bebé. ¿Dónde lo has visto?

—Tengo 20 años Erika. ¿Yo qué hago con un bebé? —dije con ojos llorosos.

—Tranquila. A lo mejor es algo que te sentó mal en el desayuno u otra cosa, y no tiene porqué ser un embarazo —razonó ella.

Asentí y me lavé la cara. Estaba un poco blanca. Salimos de la cafetería y volvimos a hablar.

Diez minutos después encontramos un bar-restaurante para comer.

Después de mucho tiempo, terminamos de comer. Me entró un mareo.

—Sopla —murmuró Erika.

Las dos comenzaron a soplarme. La verdad es que hacía mucho calor en Sol, y en Madrid en general.

—Mañana quedamos, a las cinco aquí —dijo Bea.

Asentimos y cada una se fue por su lado. Suspiré y comencé a caminar hasta mi casa.

No estaba muy animada. Hoy se cumplen 6 años de las muertes de mis padres y de mi hermano. A las cuatro y media estaré en el cementerio, iré con mi tía.

Llegué a mi casa, y subí. ¿Y si estoy embarazada? Saltó esta pregunta en mi cabeza. Últimamente, concretamente desde hace un par de días que llevo con vómitos, mareos, arcadas, mis pechos aumentaron de tamaño...

Me senté en el sofá, pero volví a levantarme. Necesito saber si estoy embarazada.

Bajé abajo y caminé hasta la farmacia. Escogí varias marcas de tests de embarazo.

Los pagué y volví a casa. Subí al baño y suspiré. Si estoy embarazada, ¿cómo se lo diré a Carrasco?

Tragué saliva y me hice los cuatro tests de embarazo que compré. Tenía que asegurarme bien.

Después de un tiempo, los resultados ya estaban. Cerré los ojos y respiré hondo. Los abrí y los miré. Mi corazón y el tiempo se paró. Todos daban positivo.

Amor por el fútbol   〈Yannick Carrasco〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora