"Capítulo 12"

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—Le conté que si rompió con Olalla por mí, pero me dijo que ella le fue infiel —le conté a Carrasco.

Íbamos en el coche, camino a casa. Miré la hora y eran las diez menos cuarto.

—¿Y después? —habló mirándome. Extrañamente no estaba celoso, estaba tranquilo.

—Pues quedamos como amigos —me encogí de hombros.

A los cinco minutos ya estábamos en frente de casa. Subimos a nuestro apartamento y suspiré.

—Mañana voy a arreglar mi tienda —dije mirándole.

—Hablando de eso, tengo tu dinero de la caja guardado —habló quitándose la camisa.

—Vale, mañana me lo das.

Subimos a la planta de arriba y entré en la habitación. Me quité el vestido y lo dejé en el armario. Salí y entré en la de Carrasco. Estaba poniéndose unos pantalones de pijama. Se tiró a la cama y me miró.

—Ven aquí —susurró.

Caminé hasta su armario y cogí una camisa suya. Sentí el sonido de cuando se saca una foto. Me giré y me sacó una foto.

—Borra esa foto —le señalé con el dedo.

Me sacó otra foto.

—Esta la voy a subir a Instagram —susurró.

—Vale —me encogí de hombros.

Me miró con una ceja levantada.

—Vale, en mi Instagram subo fotos ¿cómo decirlo? En ropa interior haciendo poses sexys —dije poniéndome la camisa.

Salí de la habitación y entré en la del frente. Cogí el bolso y dejé el dinero en la mesita de noche. Allí estaba el Ibuprofeno. Cogí una pastilla y bajé a la cocina. Me la tomé con agua y volví a subir. Cogí mi móvil y volví a la habitación de Carrasco.

—Ya veo a lo que te refieres —susurró enseñándome su móvil.

Ahí aparecía tumbada en el sofá de mi "antigua" casa con solo una sudadera. Sonreí y abrió los ojos sorprendido.

-El #Carrascosemidesnudo ha sido TT en Madrid —dijo riendo.

—Te lo dije —me metí con él en la cama y puse la alarma a las seis y media.

—¿A dónde vas a despertarte a las seis y media de la mañana? —preguntó riendo.

—Voy a desayunar afuera y luego voy a una cristalería para que me arreglen el cristal de la tienda —respondí.

—Vale hasta mañana —susurró mirándome.

Me cogió de la cintura y me apegó a él. Dejé el móvil en la mesita de noche y miré a Carrasco por encima de mi hombro.

—Te quiero —susurré sonriendo.

—Y yo amor —susurró sonriendo.

Cerré los ojos y comencé a dormir.

*****

Sonó la alarma. Abrí los ojos perezosamente y bostecé. Tenía la mano de Carrasco en mi cintura. Se dio la vuelta y abrió los ojos lentamente.

—Apaga la alarma, quiero dormir —me miró.

Sonreí y le besé.

—Te quiero —susurró sonriendo.

Apagué la alarma y me levanté de la cama, pero Carrasco me cogió de la camisa.

—Quédate aquí —dijo con la voz ronca.

Amor por el fútbol   〈Yannick Carrasco〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora