Amor por el fútbol 〈Yannick Carrasco〉

"Capítulo 19" Parte 2.

Como dijo tardamos como quince minutos. Según llegamos al Vicente Calderón, aparcó en el garaje y bajamos. Caminamos hasta la entrada.

—Me voy a cambiar, ¿vale? —dijo mirándome.

Asentí y me dio un beso.

Se fue y yo subí las escaleras. Las misma que subí el día que le iba a entregar las fotos del partido. Miré a mi alrededor. ¿Hacia dónde voy? Miré de izquierda a derecha. 

—¡Silvia! —oí como alguien me llamaba.

Miré a mi derecha y me encontré al presidente del Atleti. Me acerqué a él.

—Buenas tardes, señor presidente —dije sonriendo.

—Buenas tardes, Silvia —sonreí.

—Esta será la sala donde fotografiarás a los jugadores —abrió una puerta, dejando ver una sala de tamaño mediano. A la derecha, había una mesa que se podía mover mediante mesas. Delante de mí, había un croma de color blanco—. Lo utilizaba el anterior fotógrafo. Esto te vale, ¿verdad?

—Sí me vale. Iré colocando las cosas.

Asintió y me dejó sola. Coloqué mi bolsa en el suelo y saqué el ordenador. Lo dejé en la mesa y cogí el trípode y la cámara. Puse el trípode y la cámara me la colgué al cuello. Cogí varios objetivos y los puse debajo del ordenador. Allí había como otra planta (vamos a llamarlo así) donde coloqué los objetivos. 

Alguien tocó la puerta y entró una chica.

—¿Ya pueden ir pasando los jugadores? —me preguntó.

—Sí, que entre el primero —respondí con una sonrisa.

Encendí la cámara y la configuré. Se abrió la puerta y entró Torres.

—Hola —sonreí.

—Hola —sonrió.

Se puso con los brazos cruzados y una expresión seria. No me gustaba. 

—Te voy a contar algo —dije enfocando con mi cámara. Él asintió—. Si contar chistes malo fuera delito, yo creo que a Arturo Valls le caería la cadena perpetua.

Rió un poco y en ese momento le hice la foto de cuerpo entero. Aparecía en una pose divertida. Le miré y sonreía. Le hice una foto. 

—Ponte de lado y cruzándote de brazos —le indiqué.

Se puse en lateral y le hice la foto. Miré las fotos que había hecho y me habían salido bien. Yo creo que con estas son suficientes. Por si acaso, voy a hacer un par más.

—¿Cómo es tu pose con el anterior fotógrafo? —pregunté.

—Así —se puso serio y me miró—. O así —se puso de frente y sus brazos a sus costados. 

Le saqué una foto así. 

—¿Cómo te cuidaste los tatuajes? —pregunté.

Se miró los tatuajes.

—Pues cuando me lo hicieron, me dijeron que tenía que tenerlo tres horas un papel que me pusieron. Luego me dijeron que me lo lavara con un jabón con algo que no me acuerdo. No tenerlo expuesto a la luz del Sol y no sé que más. ¿Por qué? ¿Te vas a hacer uno? —rió.

—Sí, mañana a las cinco —sonreí.

Se cruzó de brazos y rió. Le hice una foto.

—Buena suerte —dijo sonriendo.

—Gracias y ya te puedes ir —reí.

Besó mi mejilla y entró Oblak.

—Hola Oblak —dije sonriendo.